Regina Freites / Sucre
Luego de sorprender a seguidores y adversarios al ganar a Armando Ramírez en el encuentro boxístico que se llevó a cabo a principios de año en el país mejicano, el boxeador Carupanero Fladimil Macayo arribó a su ciudad natal, donde fue recibido por el calor de su gente y agasajado por las autoridades municipales.
Durante su permanencia en el palacio municipal bermudense, la joven promesa deportiva expresó su agradecimiento por el apoyo dado de parte de sus coterráneos durante el enfrentamiento, asumiendo responsabilidad en sus entrenamientos con la aspiración de convertirse en el campeón de las narices chatas.
«Gracias a Dios por la victoria que tuvimos en México, dónde nadie gana, pero fuimos a ganar; lucharé por ser el campeón del mundo»
. .
Dijo el atleta, que para asumir el próximo reto, inició sus entrenamientos en Carûpano con su entrenador, su padre Candelario Macayo, para luego retornar al país azteca. «Volveré a México y en diciembre a otra pelea en Estados Unidos’; dijo.