El caso es referido por Edgar Carrillo, enfermero en el Hospital Luis Razetti y hermano del paciente afectado, Guillermo Alberto Carrillo Cuevas de 62 años.
Desde hace cuatro años Guillermo viene sufriendo de una hernia inguinal presentando serias molestias para él.
En días pasados reportó su caso a través de la aplicación del Gobierno Nacional VenApp donde quedó en lista de espera.
Posteriormente, se entera de las jornadas médicas que se están efectuando en el Razetti. Allí le solicitan una serie de exámenes para proceder a la intervención, dice Carrillo. «Me tocó hacerlo en sitios privados, gastando un aproximado de 100$, tuve que pedir prestado».
De acuerdo al testimonio de su hermano, el señor iba a ser intervenido la semana pasada y le indicaron estar en ayunas todo el día. En horas de la noche le informan que debe esperar al día siguiente.
Posteriormente, le dan de alta y hoy viernes le manifiestan que su historia ha desaparecido y debe empezar de nuevo: realizarse todos los exámenes y los estudios clínicos como RX, valoración por un cardiólogo y neumónologo, así como la prueba de Covid.
Reciclan las historias
Édgar Carrillo informó que en ocasiones las historias clínicas son tomadas por el personal de salud para emplearlas como hojas reciclables.
«Eso no se debe ocurrir porque una historia clínica es un documento legal donde está todo lo que se le realiza al paciente, si por algún motivo amerita ser revisado por otro médico debe estar a la mano. De igual manera, cuando ocurre una mala praxis es una evidencia para la verificación de los hechos».
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