A pesar de contar con las dosis, Europa y Estados Unidos sufren la pandemia de los no vacunados. Por el aumento de casos, la región europea volvió a ser el epicentro de la pandemia por el coronavirus: aún el 40% de la población. Y el ritmo actual de la transmisión del coronavirus en los 53 países de la región europea ha sido calificada como “muy preocupante” por la Oficina regional de la Organización Mundial de la Salud. Porque los casos de personas que son diagnosticadas con COVID-19 se acercan de nuevo a niveles récords, y la variante Delta, que es más transmisible, sigue dominando la transmisión en Europa y Asia central. Mientras tanto, en los Estados Unidos, también los casos de COVID-19 se producen en personas no vacunadas que son el 42% de la población.
Por Infobae
Hasta septiembre en los Estados Unidos, hubo una ola de casos con la variante Delta. Pero durante muchas semanas, el descenso de los casos y las hospitalizaciones había dado esperanzas. El progreso se ha estancado recientemente, con un aumento o estancamiento de los casos en más de 20 estados. La media diaria de casos en el país ha rondado los 72.000 contagios durante las dos últimas semanas, mientras los brotes siguen produciéndose, especialmente en la mitad norte del país. Unas 40.000 personas están hospitalizadas con COVID-19, menos de la mitad del pico alcanzado a principios de septiembre.
El Oeste Montañoso del país -donde la cobertura de vacunación suele ser menor- es el más afectado, especialmente Colorado, Wyoming y Montana. Partes del suroeste y del medio oeste también están tratando de controlar un repunte. Incluso algunas zonas del noreste, muy vacunadas, han sufrido aumentos durante el otoño.
En América Latina, el porcentaje de personas sin vacunas llega al 37% de la población. Pero la tendencia en los casos y las muertes por COVID-19 continúa en baja por octava semana. El miércoles la Organización Panamericana de la Salud advirtió que el progreso “no es una razón para volverse complaciente o discontinuar las medidas de salud pública que ayudan a mantenernos protegidos”.
La semana pasada, Europa y Asia central representaron el 59% de todos los casos a nivel mundial y el 48% de las muertes notificadas. De forma acumulada, ahora hay más casos notificados -78 millones- en la región europea que en el sudeste asiático, el Mediterráneo oriental, el Pacífico occidental y África juntos. En las últimas 4 semanas, Europa ha experimentado un aumento superior al 55% en los nuevos casos de COVID-19.
“Estamos, una vez más, en el epicentro. Vemos tendencias crecientes en todos los grupos de edad. Lo más preocupante es el rápido aumento de los grupos de población de mayor edad desde la semana 38, lo que se está traduciendo en un mayor número de personas con enfermedad grave y más personas que mueren. Actualmente, el 75% de los casos mortales corresponden a personas de 65 años o más”, dijo el doctor Hans Henri Kluge, director regional para Europa de la OMS.
Las tasas de ingreso hospitalario por COVID-19 se han duplicado con creces en una semana, según los últimos datos de la OMS/Europa. “Según una proyección fiable, si seguimos en esta trayectoria, podríamos ver otro medio millón de muertes por COVID-19 en Europa y Asia central para el primero de febrero del año que viene, y 43 países de nuestra Región se enfrentarán a una presión de alta a extrema sobre las camas de hospital en algún momento durante el mismo período”, afirmó el doctor Kluge.
Los factores que hacen que hoy Europa sea el epicentro de la pandemia son “la insuficiente cobertura de vacunación”, y “la relajación de las medidas de salud pública y sociales”, según el experto. En el caso de países como Rusia, solo el 33% de la población general tiene el esquema de dosis completo. A nivel mundial, el 40% de la población ya tiene el esquema.
Sin embargo, el doctor Kluge se ocupó de aclarar la cobertura de vacunación que ya se alcanzó está salvando miles y miles de vidas. A pesar de que los casos de COVID-19 son casi récord, las nuevas muertes son aproximadamente la mitad de los niveles máximos.
En los lugares en los que la cobertura de vacunación es baja -en muchos países del Báltico, Europa central y oriental y los Balcanes- las tasas de ingreso hospitalario son elevadas. Esa variación en la cobertura de vacunación se debería a problemas en los servicios de inmunización, así como una falta de confianza y/o renuencia entre algunos grupos de población.
Las tasas de hospitalización en los países de Europa con baja aceptación de la vacuna son notablemente más altas y aumentan más rápidamente que en los que tienen una mayor aceptación. La mayoría de las personas hospitalizadas y que mueren por COVID-19 en la actualidad no están totalmente vacunadas.
En el Reino Unido, también existe preocupación. La pandemia no ha terminado y se avecinan meses difíciles. Fue Jonathan Van-Tam, subdirector médico de ese país, quien hizo la advertencia al sostener que existen “demasiadas personas que creen que esta pandemia ha finalizado”. Los expertos proyectan “meses oscuros para el invierno”.
Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust, que renunció al equipo técnico de emergencias, había advertido hace dos semanas que la situación es preocupante. Pidió una estrategia “Vaccine Plus”, instando a la población a usar barbijos en las tiendas y en el transporte público, y a reducir el número de personas en el trabajo en cualquier momento. Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha declarado que existe un mayor riesgo de transmisión de coronavirus en el Parlamento en este momento y ha reforzado sus restricciones.
El barbijo o mascarilla ya es obligatorio para el personal, los contratistas y los periodistas, aunque no para los parlamentarios en el Reino Unido, y se instará a los presidentes de las reuniones a que asuman un papel más importante para garantizar el cumplimiento de la regla. Todos los asuntos no parlamentarios, como encuentros y giras, han sido cancelados durante dos semanas.
En tanto, en Alemania, el ministro de Salud, Jens Spahn, dijo que el país estaba experimentando una pandemia “masiva” de no vacunados, luego que las autoridades dieran la alarma sobre el aumento de infecciones y el aumento de la presión sobre los hospitales debido a las admisiones por covid-19.
“El número de infecciones está aumentando, así como el número de muertes por COVID-19 y especialmente el número de pacientes en unidades de cuidados intensivos en algunas regiones de Alemania, regiones donde las tasas de vacunación no son tan altas como en otras regiones”, afirmó Spahn. Y agregó que la velocidad de administración de las dosis de refuerzo “no es suficiente”.
Hasta el momento, solo el 66,8% de la población está completamente vacunada en Alemania. La vacunación ha sido más lenta en los estados orientales de Sajonia y Turingia, donde las tasas de vacunación son del 59% y 62,2% respectivamente, según cifras del Ministerio de Salud. “La verdad es que habría muchos menos pacientes con COVID-19 [en cuidados intensivos] si todos los que pudieran hacerlo se vacunaran”, dijo Spahn.
También llamó a fortalecer los controles en los lugares públicos donde solo se permitirá la entrada a aquellos con prueba de vacunación o un certificado de recuperación de covid-19. “Esto no tiene nada que ver con el acoso por las vacunas, se trata principalmente de evitar sobrecargar el sistema de salud, como vemos en Sajonia y Turingia”, aclaró.
En tanto, Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia del gobierno federal alemán para el control y la prevención de enfermedades, dijo en la misma conferencia de prensa: “Si no actuamos ahora, esta cuarta ola traerá mucho sufrimiento. Muchas personas se enfermarán gravemente y morirán, y el sistema de atención de la salud se verá muy afectado”.
La Asociación Alemana de Hospitales (DKG) también salió a advertir sobre la escasez de personal relacionado con la pandemia. Según una encuesta de DKG, el 72% de los hospitales dijeron que tenían menos personal disponible en cuidados intensivos que a finales de 2020. Y el 86% de esos hospitales dijeron que no pueden operar sus salas de cuidados intensivos por completo debido a la escasez de personal.
Las razones de esa escasez son, según el DKG, renuncias del personal y menor jornada laboral por las presiones que sufrieron durante la pandemia. El miércoles, el estado de Baden-Wurttemberg impuso nuevas restricciones después de que se llenaron más de 250 camas de cuidados intensivos durante dos días consecutivos. Los residentes ahora deberán presentar una prueba de COVID-19 negativa que no tenga más de 48 horas para ingresar a restaurantes y cines.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, está “muy preocupada” por la disminución de la capacidad hospitalaria, según el portavoz del gobierno alemán Steffen Seibert en otra conferencia de prensa. “Lo que le preocupa tanto es que seguimos teniendo más de 16 millones de adultos no vacunados en Alemania, más de 3 millones no vacunados mayores de 60 años”, dijo. “La pandemia no está disminuyendo, como algunos pueden haber imaginado en el verano, sino que nos está desafiando ahora y lo hará enormemente en las próximas semanas”, agregó Seibert.