Fachada del Departamento de Estado Washington, EEUU (Foto REUTERS/Joshua Roberts/ archivo)
La administración del presidente Joe Biden rechazó el llamado de Nicolás Maduro para que se alivie las sanciones de Estados Unidos y dijo que el líder venezolano debe hacer más para restaurar la democracia antes de que se levanten las sanciones.
Por: Bloomberg / Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Maduro, objetivo de las sanciones paralizantes de Estados Unidos bajo el ex presidente Donald Trump, se acercó a Biden en una entrevista exclusiva con Bloomberg la semana pasada, pidiéndole que levante las sanciones, normalice las relaciones y ponga fin a la “demonización de Venezuela”.
En respuesta a los comentarios de Maduro, un portavoz del Departamento de Estado dijo que un cambio de política estadounidense requeriría cambios importantes por parte del presidente venezolano. Tendrían que incluir el compromiso con el líder de la oposición Juan Guaidó para resolver la crisis política del país y allanar el camino para elecciones libres y justas, así como para restaurar las libertades económicas y políticas.
Mientras continúen las “prácticas de represión y corrupción” de Maduro y sus partidarios, Estados Unidos trabajará con sus socios y aliados para mantener la presión, incluidas sanciones contra quienes socavan la democracia, dijo el portavoz por correo electrónico.
La administración de Trump reconoció a Guaidó como presidente interino de Venezuela después de que Maduro asumiera un segundo mandato en 2019 después de unas elecciones que Estados Unidos y otros dijeron que estaban amañadas. En la entrevista de Bloomberg, Maduro dijo que su gobierno no tiene diálogo con Estados Unidos, un silencio que atribuyó a la “extorsión permanente” de los votantes venezolanos en Florida.
La postura de Estados Unidos sobre la falta de legitimidad de Maduro no ha cambiado desde que Biden asumió el cargo, dijo el portavoz del Departamento de Estado, quien respondió a la pregunta bajo condición de anonimato. Estados Unidos no acepta a Maduro como presidente legítimo de Venezuela y, en cambio, reconoce a Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional, como presidente interino, según el portavoz.
La administración Trump excluyó a Venezuela de los mercados financieros de Estados Unidos en 2017 y posteriormente prohibió negociar deuda venezolana y hacer negocios con la compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela o PDVSA.
Esa política, argumentó Maduro, está evitando que Venezuela pague y reestructura su deuda externa. Dijo que “tengo el plan” para pagar a los tenedores de bonos, una afirmación rechazada por el portavoz del Departamento de Estado, quien culpó a la mala gestión económica de Maduro y dijo que su afirmación de tener un plan de pago no es creíble.