Las personas reciben su primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en el estacionamiento del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, convertido en un centro de vacunación masiva, en Caracas, Venezuela, el 5 de junio de 2021. REUTERS / Leonardo Fernandez Viloria
Venezuela superó las 3.200 muertes por covid-19 este 5 de julio de 2021 y los especialistas médicos exigen una información clara que se ajuste a la realidad para poder tener un plan ofensivo contra el virus y la certeza del estado epidemiológico. Desconfían por la falta de criterio clínico que ignora los casos sospechosos y hasta presenta retrasos de acuerdo al procesamiento de las pruebas PCR.
Por Guiomar López | LA PRENSA DE LARA
“No se ha llegado a la conciencia con el verdadero estado epidemiológico, que debería dar la certeza de los infectados, grupos etarios y fallecidos”, denuncia René Rivas, presidente de Colegio de Médicos de Lara, al considerar que durante la pandemia se mantiene el subregistro en Venezuela, pero sin reconocer a esa mayoría de pacientes que recibe atención en casa.
Critica que las autoridades sanitarias no admiten y tampoco aceptan la asesoría de gremios o demás expertos. “Todo conlleva al retraso empezando por las estadísticas, las dificultades del tratamiento incompleto y hasta se aprecia con la falla en la distribución del oxígeno medicinal”, se queja de las políticas ineficientes, al contradecir los anuncios oficiales en intentos de medidas correctivas, pero diferentes a las acciones directas.
Se refiere al reconocimiento de las situaciones y que extienda la presión con el monitoreo o llamado de conciencia colectiva por las medidas básicas de prevención. Ir más allá por la obligatoriedad del cumplimiento del uso correcto del tapabocas, lavado de manos o uso de gel, además del distanciamiento. Medidas que terminan ignoradas con la exposición de la gente que se hace visible en las principales calles de la ciudad, establecimientos sin la debida ventilación y permitiendo el acceso de muchas personas, a sabiendas de la prohibición. Ni mencionar el transporte público, con las pocas unidades operativas que duplican su capacidad de pasajeros. Focos recurrentes del día a día, acentuado en las semanas flexibles y con incidencia en aquellas radicales, con el ciudadano de a pie forzado a la búsqueda del sustento para la familia.
Tal contexto lo define del preocupante ascenso en cifras, que desde el 20 de marzo de 2021 empezó a subir a más de 1.500 muertes en el país, al tenerse reportes de entre 15 a 20 decesos diarios y desde mediados de mayo con 4 semanas consecutivas superando los mil infectados, llegando a un promedio de 9 mil positivos a la semana.
Por precisión
Una sumatoria de la cual duda Huniades Urbina, secretario general de la Academia Nacional de Medicina, al recordar de la probabilidad de hasta 14 días de retraso de la PCR. “No hay laboratorios para procesar las PCR en todas las regiones y ese lapso de respuesta puede ser muy cambiante”, recalcó considerando que Lara debe enviar las muestras a Yaracuy.
Conoce de algunos casos cuya confirmación de resultados pueden llegar días después del certificado de defunción. Destaca que el paciente sospechoso es tratado con el mismo cuidado que al confirmado de covid, pero la mayoría no es incluido ni siquiera hasta siendo cremado su cuerpo. Familiares dejan de tener contacto con el paciente y terminan recibiendo sus cenizas.
Según Urbina, se duda de ese criterio clínico con diagnósticos que no profundizan más allá de cuadros de neumonía, paros respiratorios por infarto y hasta a familiares les cuesta entender, cómo si alguien tuvo antecedentes asmáticos justamente muera en plena pandemia.
“El Estado es el responsable del manejo adecuado de la pandemia y sin las verdaderas dimensiones no podrán aplicar cambios. Se les saldrá de las manos”, advierte Luzmila Leal, coordinadora de Médicos Unidos en Lara, al cuestionar la falta de atino durante las semanas flexibles, sin control en las fronteras con el acceso de personas de otros países ?con mayor repunte de infección? desde los caminos clandestinos de las trochas y los esquema de vacunación, sin terminar de inmunizar a todo el personal sanitario en el país.
La consecuencia más directa es analizada desde el registro de esta organización a nivel nacional, cuyos datos de publicación son de lapsos más estrechos debido al fallecimiento progresivo del personal sanitario. Los reportes de mortalidad pueden llegar a 20 víctimas en sólo 4 días y superando los 683 desde el 16 de junio de 2020. Para Leal, lo más lamentable es que la mayoría de estos profesionales y trabajadores no son contados en la data oficial.
Se desencadena un clima de resistencia entre el gremio y demás expertos, quienes no se cansan de exigir información real y así ajustar los planes estratégicos de control epidemiológico para frenar el avance del covid-19, que supera los 277 mil venezolanos contagiados.