Por: Karla Ávila Morillo
Al sur del estado Bolívar, en el corazón del valle El Candado, ubicado en el municipio Piar, se encuentra la “Agropecuaria Ecológica” dirigida por Josanna Sebastia de Bello y George Bello, ambos padres de George Sebastián Bello Sebastia, un joven con autismo que junto a su familia se decidieron a romper paradigmas y barreras sociales, tanto en lo laboral como en lo educativo y la salud, como garantía de inclusión para su hijo y abriendo el camino para otras personas con necesidades de apoyo especial similares a las de George Sebastián.
Recordemos que según la Unesco “El derecho a la educación tiene como objetivo garantizar a cada persona el derecho a acceder a una educación de calidad a lo largo de toda la vida. Un enfoque inclusivo de la educación significa que se toman en cuenta las necesidades de cada persona y que todos los educandos participan y lo logran juntos. Asimismo, reconoce que todos los niños pueden aprender y que cada niño posee características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje únicos”.
En el caso del joven George Sebastián Bello, gracias a la determinación y perseverancia de sus padres y a la apertura del centro de educación superior que le dio espacio para estudiar una carrera, pudo ingresar a cursar estudios universitarios en medicina veterinaria en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR).
Es propicio comprender que los niños con alguna discapacidad representan un porcentaje muy elevado en la población no escolarizada, ni hablar de la educación superior. Según la Unesco: “A escala mundial, entre 93 y 150 millones de niños se encuentran en situación de discapacidad, y 80% de ellos viven en países en vías de desarrollo. Los niños y jóvenes que presentan trastornos sensoriales, físicos o de aprendizaje tienen el doble y medio de probabilidades que sus compañeros de no ser escolarizados nunca. Cuando la discapacidad se superpone a otras barreras, como el género, la pobreza o la lejanía, el riesgo de exclusión aumenta todavía más”.
De ahí la importancia de conocer el testimonio de esta familia que desde hace 18 años ha levantado la “Agropecuaria Ecológica” como centro productivo para el estado Bolívar y próximamente se sumará formalmente como aula educativa con apenas 30 hectáreas dispuestas para el desarrollo agropecuario al servicio de la comunidad.
Producción agropecuaria y avícola como vanguardia en el estado Bolívar
La “Agropecuaria Ecológica” es una finca que se encuentra ubicada en el Valle El Candado del municipio Piar, muy cerca de Upata al sur del estado Bolívar, fue fundada hace dieciocho años por George Bello y Josanna Sebastia a raíz del diagnóstico de su hijo con autismo de nombre George Sebastián Bello.
Fue ese diagnóstico que llevó a la familia hasta el municipio Piar con la esperanza de desarrollar una vida orgánica, no solamente para su hijo sino también para todas aquellas personas con necesidades especiales de alimentación, desde ese momento comenzaron a desarrollar productos orgánicos como huevos, leche y queso, asimismo productos libres de gluten.
Después de muchos años, tienen una producción agropecuaria y avícola que ha sido muy exitosa para todo el estado Bolívar, además han ido a la vanguardia en materia genética con la cría avícola de catorce razas como: Rhode Island Red, Leghorn Americano, Sussex, California grey, Plymouth rock barradas, Polacas (holandés moñuda), Paduana (Padua), Sebringht plateadas, Sebringht doradas, Conchinchinas enanas, Brahmas gigantes de diferentes colores, Jersey negras, Brahmas gigantes rizados y pavos reales azules portadores del gen blanco, aves que se crían bajo el sistema de libre pastoreo y un estricto control sanitario, además están disponibles para aquellos pequeños y medianos productores que deseen dedicarse a la cría de estos ejemplares.
Educación e integración como formula para la inclusión real
Josanna Sebastia de Bello comenta su experiencia particular a raíz del diagnóstico de autismo a su hijo: “Ha sido todo un reto la educación de mi hijo a nivel de primaria y bachillerato con sus adaptaciones curriculares, pero hemos sido sorprendidos por la Universidad Simón Rodríguez con la aceptación de nuestro hijo en la carrera de medicina veterinaria, ellos han tenido a bien recibir a nuestro hijo y aceptar el proyecto de adaptación curricular que le presentamos y abrir un camino para aquellas personas con diversidad funcional, es así como George Sebastián está ahora mismo en su tercer semestre. Mi esposo abrió un camino ahí, ya que él está en tercer año de la carrera y yo, su mamá, me inscribí con mi hijo para ser la voz de él dentro de la carrera de medicina veterinaria”.
Comenta que la UNESR ha sido muy abierta y a su vez, la “Agropecuaria Ecológica” se ha convertido en un aula universitaria para todos los estudiantes que deseen hacer sus prácticas en las instalaciones de la finca, lo que para Josanna es un placer poder recibirles y que puedan ver el sistema de pastoreo, sistema de producción animal y en general, el funcionamiento de la granja.
Josanna evalúa el impacto de este proyecto familiar donde producen huevos, leche, queso y carne, como un gran aporte al derecho de los pueblos a tener acceso a alimentos nutritivos, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, desde la libertad que les da decidir su propio sistema alimentario y productivo, que no solo beneficia a la familia dueña y gerente de la finca, sino que se extiende desde el municipio Piar hasta el municipio Caroní y de ahí se amplía a casi todo el estado Bolívar.
Agrega: “Nosotros instamos a los productores y a agentes gubernamentales a dar apoyo y soporte a personas como nosotros que a bien quieran hacer el esfuerzo y sacrificio de seguir adelante, porque para nadie es un secreto que producir hoy en día en Venezuela es un reto y por eso deben apoyarse a los pequeños y medianos productores del campo, ya que definitivamente es lo que necesita el país, empujar la cadena alimentaria para que la soberanía de la misma sea un hecho”.
Superar las adversidades es la premisa
Es de conocimiento público que la familia ha sido hostigada, perseguida y señalada de falacias por parte de personas inescrupulosas que les interesa apoderarse de ese territorio donde se ubica la “Agropecuaria Ecológica”, corriendo el riesgo que el gran trabajo de 18 años se pierda por intereses oscuros de terceras personas que constantemente atacan a la familia Bello Sebastia sin importar todo el logro que hay detrás de poder sacar adelante a un niño autista y además levantar una granja en un país en emergencia humanitaria compleja, donde la familia no solo ofrece productos de calidad a la sociedad, sino que da ejemplo de una verdadera inclusión al prestarse como aula universitaria para personas con diversidad funcional.
Afirma Sebastia: “Nosotros como productores agropecuarios y avícolas hemos sido amenazados desde el punto de vista de la invasión, vecinos han tratado de desplazarnos varias veces, lo que no solo afecta la soberanía alimentaria, porque en vez de estar dedicados a nuestras faenas diarias de producción, pues se paraliza el proceso para vigilar que no se metan en nuestros terrenos, para ir a los organismos receptores de denuncias, entre otras interrupciones. Hace apenas unos días atrás, el 24 de julio de 2024 sufrimos un intento de invasión, se hicieron las denuncias correspondientes porque quisieron entrar a nuestra finca. Es por eso que hacemos un llamado a los entes que corresponda, a tomar acciones en pro quienes trabajan y producen día a día en el campo”.
Sin duda alguna, la perseverancia, determinación y acciones asertivas son las herramientas que han llevado a esta familia bajo la dirección de Josanna Sebastia de Bello a alcanzar sus metas personales y a su vez, han ido creciendo desde una pequeña escala a una gran escala para impactar positivamente a su localidad, el municipio y casi todo el estado Bolívar.
Quienes deseen ponerse en contacto con la gerencia de la granja, pueden escribir a través de su cuenta en Instagram @ecologicaoficial donde no solamente se puede conocer las aves puras ponedoras y ornamentales, sino también solicitar asesoría.