Expresos políticos del Helicoide, la cárcel en forma de pirámide del Servicio de Inteligencia de Venezuela, llevaron hasta el Times Square neoyorquino un proyecto de realidad virtual que muestra con escalofriante detalle cómo es vivir en una de las celdas.
Por vozdeamerica.com
Un proyecto de realidad virtual trajo hasta Times Square la escalofriante experiencia de vivir en una cárcel del Servicio de Inteligencia de Venezuela, un proyecto creado por exprisioneros políticos que advierten que por muy dolorosa que sea la memoria, peor es no compartirla.
La iniciativa, presentada durante la tarde noche de este martes en la céntrica plaza de Nueva York, fue un mensaje a los líderes mundiales reunidos en la ciudad para la Asamblea General de las Naciones Unidas. «Esto está pasando ahora mismo en Venezuela», dijo a la Voz de América uno de los creadores del proyecto, Víctor Navarro.
Con la experiencia de haber sido exprisionero político en el Helicoide, la famosa cárcel en forma de pirámide de tres lados, Navarro explicó que utilizaron las memorias de presos como él para crear «La Memoria está viva», una suerte de museo virtual que busca educar sobre las serias violaciones a los derechos humanos en el país suramericano.
«Es muy difícil revivir todas esas experiencias, pero hoy estando aquí, viendo a todas estas personas alzando la voz por los presos políticos, creo que es más doloroso el silencio, es más doloroso el olvido. Ahorita hay alrededor de 300 presos políticos en Venezuela, (…) yo creo que es más doloroso que callemos», insistió el joven activista, rodeado de otros exiliados que alzaban carteles en protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Una realidad sofocante
Detras la oscuridad que dejan las gafas de realidad virtual y lel silencio momentáneo en los audífonos, una voz comienza a guiar a quien experimenta el recorrido por los detalles de las celdas, desde las inscripciones en las paredes de ladrillo, hasta las cucarachas que pululan en el centro.
Un remolino de fotografías de presos te acompaña en la caída hasta que llegas a unas cuatro paredes con cuerpos hacinados y memorias de insalubridad, resiliencia y dolor.
La experiencia «no es para entretener», advierte la voz desde los audífonos. «Es para actuar» completa Víctor Navarro.
«Es una herida, aunque es imborrable, aunque nos toca lidiar porque no se supera, hay que contarlo, hay que contarlo y el mundo tiene que saberlo, principalmente porque sigue pasando. Hoy están torturando en Venezuela. (El presidente Nicolás) Maduro tiene hoy alrededor de 17 centros clandestinos. El Helicoide es un centro de tortura donde hay alrededor de 79 presos políticos», denunció.
A Adriana, una venezolana que salió de su país hace siete años, la experiencia la abrumó. «Es muy duro, es muy real», contó sobrecogida a la VOA tras quitarse las gafas.
Al igual que ella, decenas de personas se acercaban intrigadas por la propuesta. Cubanos exiliados que llegaron hasta la icónica plaza se solidarizaron con los que llamaron «hermanos en dificultad».
La razón de llevar «La Memoria está viva» a Times Square fue enviar dos mensajes, según Navarro.
«El primero es al mundo, al mundo que se mueve aquí todos los días. Son alrededor de 300 000 personas que pasan por aquí todos los días. Y le estamos diciendo a todas esas personas, que en Venezuela se está torturando, pero también le estamos hablando a todos los que están en las Naciones Unidas, a esos que toman decisiones, a esos que con la palabra pueden cambiar lo que está pasando en Venezuela», insistió.
Según el activista, los líderes mundiales «no pueden dar permisividad a la tortura, no pueden hablar de democracia, justicia y libertad, y recibir a Maduro».