Humillados y desempleados dicen haber quedado los dueños de varios negocios en Ruiz Pineda, luego de que Erika Farías les ordenara desalojar sus kioskos.
Acusan esta arremetida como abrupta, ya que les indicaron que solo tenían un día para dejar sus puestos y los amenazaron con confiscar los activos si no cumplían la orden de desalojo.
«Nos dijeron que teníamos un lapso de 24 horas para poder desalojar los locales o si no ellos iban a llevarse todo lo que encontraran a su paso» denunciaron los afectados.
Son 36 familias que ahora están en una gran incertidumbre ya que esos puestos eran su empleo, su sustento diario, y que por la forma en cómo se dio la situación no tuvieron tiempo de buscar otras formas para trabajar.
“Estamos desconsolados, tristes y entre llantos empezamos a quitar las infraestructuras que tienen años en el lugar”, dijo Leimis Trujillo, una de las afectadas.
Los vecinos del sector, se dieron a la tarea de derrumbar lo que quedaba para evitar que se llevarán lo que quedó de las pertenencias, y a pesar del apoyo comunal, no pudieron evitar la orden de desalojo.
Los habitantes del sector también denunciaron que existe una pretensión de invadir un centro comercial adyacente a la zona, acción que no comparten ya que durante años todos convivieron sin ningún inconveniente.
“Nosotros no tenemos miedo de denunciar esto, esos kioscos eran nuestro sustento. Ellos no nos quieren dar respuestas cuando a otros ya los han atendido. Nos quieren meter invadiendo un centro comercial y no estamos para pagar alquiler ni estar invadiendo otros sitios”, agregó Argenis Sánchez otro de los trabajadores afectados.
Con información de La Patilla