Un trabajador de la salud venezolano prepara una jeringa con la vacuna rusa Sputnik V contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en un hospital, en Caracas. REUTERS / Leonardo Fernández Viloria
Cientos de adultos mayores y trabajadores de salud, entre otras personas, hacían largas filas el lunes para vacunarse contra el coronavirus, en el inicio de lo que el régimen chavista ha descrito como el arranque de un plan de vacunación en Venezuela.
El país de unos 30 millones de habitantes ha avanzado lentamente en la inoculación por la escasez de vacunas, lo que las autoridades chavistas atribuyen a dificultades para pagarlas por las sanciones de Estados Unidos. Pero Washington, la disidencia y gremios médicos dicen que las medidas no impiden la compra de dosis y que Nicolás Maduro falló en el diseño de un plan nacional.
Según la información oficial, la nación sudamericana comenzó a inicios de año a vacunar al personal de salud, al menos un millón de personas en todo el país, y a adultos mayores, por lo menos 5 millones. Solo el 1,1% de la población ha recibido al menos una dosis contra el coronavirus, de acuerdo a datos de Reuters.
Las autoridades de Salud no han ofrecido un balance del avance de la inoculación. Los adultos mayores que han asistido recientemente a los centros de vacunación son aquellos que están afiliados a un sistema de registro estatal como el llamado “carnet de la patria”.
Se requiere “un poquito de más información, nos confundimos mucho y es lógico por la impaciencia” en ser vacunado, dijo Luis González, un jubilado de 90 años, tras recibir el lunes su primera dosis de Sputnik V en un salón del Hotel Alba Caracas, cerrado desde hace años para huéspedes y ahora designado por el chavismo como uno de los centros de vacunación en Caracas.
En un amplio salón en la planta baja del hotel fueron dispuestos al menos 20 cubículos y se espera que al final del lunes al menos un millar de personas, entre ancianos y trabajadores del sector de salud, hayan recibido su primera dosis, dijo la doctora Rhode Longa, coordinadora de la jornada de vacunación en el hotel.
“Si bien teníamos algunas debilidades, hoy las tenemos que solventar con este tipo de operativos, donde se masifica el proceso de vacunación y en un solo espacio podemos tener en un día 1.000 vacunados” desde este mes y hasta diciembre, agregó.
A casi dos cuadras de la entrada del hotel, Coromoto Terán, un ama de casa de 47 años, esperaba en una fila y dijo que se enteró de la jornada de vacunación por mensajes de texto de vecinos.
Terán se acercó el lunes a la 01.00 hora local a las puertas del hotel, donde le informaron que no tenía “derecho a vacunación” por no ser ni personal de salud, ni adulto mayor, señaló la mujer, quien dijo que seguiría en la fila porque temía enfermarse y tenía esperanza de ser vacunada pese a la advertencia.
El Palacio de Miraflores no respondió de inmediato un pedido de comentarios.
Con información de Reuters