Magaly Guilarte optó por la esterilización quirúrgica como método anticonceptivo permanente a los 34 años de edad, ahora tiene 46 años. Para aquel momento ya tenía a sus dos hijos. La decisión de optar por este método ha sido históricamente común entre las mujeres de su familia. Antes que ella, su mamá y su tía también decidieron esterilizarse.
Por Ivanna Laura Ordoñez / CrónicaUno
En el país la esterilización quirúrgica femenina es el principal método de anticoncepción, con 27 % de prevalencia por encima de la píldora (segundo lugar con 22 %), según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) de 2021, realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB). De hecho, Magaly y sus familiares forman parte del 50 % de las mujeres en Venezuela de entre los 40 y 49 años de edad que tomaron la misma decisión de la esterilización.
“La esterilización cambió mi ciclo menstrual. En lo personal, no lo recomiendo. Que los hombres se hagan la vasectomía”, expresó Guilarte sobre su experiencia tras el procedimiento quirúrgico para bloquear toda posibilidad reproductiva, lo que, según su propio relato, cambió su menstruación a cinco días de abundante sangrado, al punto de tener que usar toallas sanitarias post parto.
La ginecóloga María Alejandra Canelón, de la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam), explicó que no todas las mujeres esterilizadas quirúrgicamente afrontan este tipo de efectos secundarios, sin embargo, añadió que la alteración en la anatomía de las trompas de falopio, cortando o quemando los vasos ováricos, puede provocar trastornos en la menstruación o en el metabolismo de algunas mujeres.
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