Karla Ávila Morillo / Bolívar
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) nos invita a reflexionar recordando que podemos cambiar el mundo de miles de familias, niños y niñas que huyen de extorsiones, secuestros y abusos en el Norte de Centroamérica y que arriesgan su vida enfrentando peligrosos viajes en busca de seguridad.
Tal y como sucede en la frontera entre Venezuela y Brasil, lugar por donde pasan gran cantidad de venezolanos que son recibidos en el país vecino que siempre ha tenido un papel pionero y de liderazgo en la protección internacional de las personas refugiadas, siendo el primer país del Cono Sur en ratificar la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, en el año 1960.
Es por ello que en el Día Mundial del Refugiado, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, comenta que es una fecha ideal para recordar a las clases políticas que no olviden que es necesario hacer mucho más para prevenir los conflictos y las crisis.
Asimismo, recuerda que resulta imperativo proteger a todas las personas, sin importar su origen étnico, nacionalidad, creencias y demás características. Igualmente la necesidad de denunciar las injusticias, en lugar de alimentar la división y fomentar el odio. Es una fecha nos exhorta a encontrar soluciones prácticas y duraderas a las crisis, en lugar de responsabilizar a otras personas o de vilipendiar a las víctimas.