El volcán de la isla española de La Palma ofrece este jueves un día más de calma, a falta de dos en el cómputo de diez jornadas establecido por los científicos para dar oficialmente por terminada la erupción, que comenzó el 19 de septiembre pasado.
Según el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en Canarias (Pevolca), los parámetros observables en superficie y los medibles instrumentalmente siguen corroborando los signos de agotamiento del proceso eruptivo.
Tan solo se mantiene la elevación del terreno que se produjo el 19 de diciembre en la estación más cercana a los centros eruptivos, la cual ha revertido parcialmente, mientras que en el resto no se observan deformaciones significativas que puedan asociarse a actividad volcánica.
También la actividad sísmica está en niveles muy bajos en todas las profundidades y continúa sin observarse tremor, con niveles de ruido sísmico próximos al periodo preeruptivo.
En cuanto a la emisión de dióxido de azufre en la zona eruptiva, sigue como en días pasado en rango bajo.
En esa línea, la calidad del aire se mantiene en niveles buenos o razonablemente buenos tanto en cuanto a dióxido de azufre como en partículas inferiores a diez micras (PM-10).
No obstante, el Pevolca pide a las personas que se acercan a la zona sur de la erupción para limpiar viviendas que tengan la precaución de ventilar las casas antes de entrar, pues pueden acumularse gases nocivos para la salud, y alerta de que en ningún caso debe accederse a lugares situados bajo el nivel del suelo, como garajes o sótanos.
La situación en La Palma ha permitido que se inicie el plan de emergencia para la reconstrucción del sistema de electrificación, después de que las coladas hayan destrozado 130 kilómetros de líneas eléctricas, 85 torres de media tensión, 1.500 postes de madera de baja tensión y 19 centros de distribución.
Y es que en estos tres meses de erupción la lava emanada del volcán de Cumbre Vieja, cuyo cono se eleva a 1.122 metros sobre el nivel del mar, ha afectado a más de 1.240 hectáreas y ha obligado a la evacuación de miles de personas.
EFE