Joe Biden ha protagonizado un golpe de efecto al aparecer de forma inesperada en la capital de Ucrania para mostrar su apoyo al país invadido por Rusia y anunciar un nuevo paquete de ayuda militar al presidente Volodimir Zelenski. La visita del mandatario estadounidense a un país atacado por Vladimir Putin representa una señal muy fuerte de apoyo al pueblo ucraniano.
Es, de hecho, el primer viaje del inquilino de la Casa Blanca a un país devastado por la guerra. El periódico New York Times ha comparado este gesto con los viajes secretos de los presidentes George W. Bush y Barack Obama a Irak y Afganistán en el punto álgido de esas guerras.
Obviamente, las diferencias con aquellos viajes son importantes. El trayecto de Biden a Ucrania en tren fue especialmente delicado porque, a diferencia de los viajes de Bush y Obama, no hay soldados estadounidenses estacionados en Kyiv para garantizar la seguridad del presidente. En cambio, sí que los hay en Polonia, donde existen casi 11.000 soldados norteamericanos en rotación.
Biden no ha viajado a Kyiv en avión por el alto riesgo a un ataque con misiles rusos. Se cree que el dirigente demócrata salió de Polonia por la noche en un tren especial, acompañado, entre otros, por Jake Sullivan, asesor de seguridad presidencial, y llegó a Kyiv a las 8am hora local. Para llegar a la capital ucraniana, el presidente estadounidense tuvo que salir de la frontera la noche del 19 de febrero ya que se tardan entre siete y nueve horas.