Las elecciones internas del PSUV se extendieron durante horas e incluso hasta el día siguiente. En el municipio Rómulo Gallegos del estado Apure, zona profundamente impactada por la presencia de los dos grupos de las FARC, hubo desespero para que el poder establecido no perdiera su cuota de poder y para ello violaron los derechos de las diversas comunidades indígenas. Dos días antes les cambiaron de lugar el centro de votación, lo que impidió que se pudieran trasladar y apoyar a la candidata indígena. En la madrugada una funcionaria de la alcaldía, con aval de los militares del Plan República, llegó con indígenas obligándolos a votar por el candidato del alcalde.
SEBASTIANA BARRÁEZ // INFOBAE
Así lo denunció Adán Flores, líder indígena yaruro, quien es bilingüe por la parte de los Pumé y Cuiba, figura que legalmente está establecida en la Ley Orgánica de Los Pueblos Indígenas, por lo que actúa como traductor. A la una de la madrugada cuando se encontraban en cola indígenas votantes, Enny Rechidel, quien es funcionaria de la alcaldía, llegó con unos indígenas obligándolos a votar por Aguilera.
“Nosotros estábamos adentro con los indígenas, el Plan República se prestó para apoyar a la chama no indígena (Rechidel), nos sacaron a nosotros los traductores, para manipular a los indígenas y obligarlos a votar por otro candidato (Luis Aguilera) que ellos no querían apoyar. Nosotros como indígenas estábamos apoyando a la candidata indígena, teníamos derecho”, dice Flores.
“Agarraron a unos indígenas y los pusieron a votar por Aguilera, por una bolsa de comida, comprándoles la conciencia. Nos estaban violando la Ley Orgánica de los Pueblos Indígenas, artículos 66 y 67. Hago la denuncia en nombre de todas las comunidades indígenas. El Plan República se prestó para esa sinvergüenzura, porque estaban claros de lo que estaba sucediendo ahí”, finaliza diciendo Adán Flores.
En el sitio esa madrugada, y ante la protesta no solo de los indígenas sino de los “racionales” (así llaman a los no indígenas) se levantó un acta que no se sabe si está en algún lado o quedó en alguna papelera.
No hay
Y aunque la alcaldía hizo derroche de recursos, al día siguiente de las elecciones internas la realidad cruda del abandono a los habitantes indígenas se reveló en toda su crudeza, cuando falleció en el hospital de Elorza el indígena Guillermo Farfán, para quien no consiguieron ni atención ni traslado digno para darle cristiana sepultura.
Aida Escalona, diputada al parlamento indígena, manifestó que “el día de las elecciones sí hubo transportes, comida y visita a las comunidades indígenas y hoy que hemos pedido ayuda, para el traslado y el ataúd de nuestro hermano, a la persona encargada del municipio y de nuestro estado Apure, sólo nos respondieron ‘no hay transporte’, ‘no cuento con recurso’. Qué triste jugar con la salud y hambre de nuestras comunidades”, publicó la parlamentaria indígena pumé.
La estrategia
En mayo, la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela le dijo a su militancia que irían a elecciones primarias para las elecciones regionales. Muchos vieron la oportunidad de que surgieran nuevos liderazgos.
Jesús Solfredis Solórzano Laya, quien con 55 años ya tiene 8 en el poder local, para “cumplir el reglamento” reunió a los 21 jefes de UBCH de todo el municipio y les ordenó que los jefes de calle lo postularan para un tercer mandato. El reglamento exigía la paridad de género y así postular cuatro nombres (dos mujeres y dos hombres). Pero el alcalde de Elorza hizo un plan, como también lo hicieron otros que quieren ser alcaldes o gobernadores.
En la UBCH Simón García Rosales debían postular a Zenaida Dun y Sobella Flores como mujeres; ellas son empleadas de la alcaldía sin ningún tipo de liderazgo en las comunidades. Por otra parte, lo postularían a él y solo una UBCH postuló de relleno a Luis Aguilera.
Ubch Liceo Manuel Antonio Nieves debían postular a Nazareth Ojeda y a Tibisay Romero y otra vez a Solfredis y Neomar Sanoja (director de Hacienda Municipal de la alcaldía). No podía repetirse ningún otro nombre, solo el de él.
Ubch Los Barrancones: Carmen Guerrero y otra mujer. Por la cuota de hombres otro funcionario de la alcaldía. Y así pasó eso en la mayoría de las UBCH. Varios líderes de comunidades, jefes de calle, jefes de ubch, y algunos militantes, se rebelaron contra la estrategia de Solfredis y por ello postularon a la presidente del Concejo Municipal, Ricarda Ojeda.
Los concejales idearon participar en bloque, a la inversa, es decir postular dos mujeres: la docente y presidente del Concejo Ricarda Yelitza Ojeda de Yusty conocida como La Kika y María Ángela Rodríguez (concejal indígena), por los hombres Ángel Iriarte (consultor del Concejo) y Juan Fernández, que no eran de gran peso, pero servían para la fórmula.
El día de las postulaciones llovía a cántaros, la norma era que el proceso se iniciara a tempranas horas de la mañana. Era de forma manual con papeletas.
El municipio Rómulo Gallegos está compuesto por dos parroquias. Elorza y la Trinidad de Orichuna, en esta última el concejal Roberto Santana propuso la llave de Ricarda-María, en desobediencia al alcalde. Días antes de las postulaciones los concejales fueron presionados para que declinaran sus candidaturas y no entorpecieran el plan del alcalde. En realidad, había nacido un nuevo liderazgo en las filas chavistas del municipio.
La Kika
La concejal indígena María Ángela Rodríguez resultó ser la postulada más votada con casi 600, Ángel Iriarte con 580, María Rodríguez 450, el alcalde Solfredis 445 y Juan Fernández 350. Es así como la Dirección del PSUV decide que el burgomaestre no vaya a elecciones internas.
Aunque la directriz indicaba que iban a medirse los más votados, la sorpresa es que el PSUV ordenó que se midieran por lo menos 10 hombres y 10 mujeres. Y como la mayoría de los candidatos eran del tren de Gobierno de Solfredis y de la alcaldía, y el bloque de La Kika apenas eran 4 personas, entonces las otras 16 eran de la corriente del alcalde Solfredis, que se encargó de construir junto a su esposa una campaña por el director general de la alcaldía Luis Aguilera, que no había obtenido ni 120 votos o apoyos en postulaciones, para ello inició la presión contra jefes de calle y de ubch, por lo que hizo ajustes en esas estructuras. Las advertencias no se hicieron esperar: “Perderán los beneficios de comida” y otras cosas.
La campaña para favorecer a Aguilera, que no es de Elorza sino de Mantecal del municipio Muñoz, arranca creándole una cuenta de Facebook. Cuenta con combustible para las visitas a las comunidades, camiones, plantas eléctricas para perifoneo.
Para el día de las elecciones se había decidido nuclear los centros electorales, de manera que en el casco central de Elorza quedan 4, en la parroquia La Trinidad, 3 centros. Un centro en Riecito, la más alejada comunidad indígena. La candidata indígena María Ángela Rodríguez, días antes de la elección, convenció a sus indígenas para que votaran por ella y así ellos se fueron movilizando a la lejana zona, porque de Elorza a Ríecito son por lo menos cinco horas río abajo por el Arauca; esos votos para la india podían representar más de mil votos seguros en Riecito.
El alcalde ideó una acción para captar a los indígenas usando el monopolio que tiene sobre las bolsas de alimentos e inclinar esos votos hacia su candidato. Además, en una perversa maniobra, dos días antes de las elecciones, cambiaron el centro de votación de Riecito hacia Rancho Bonito, comunidad más cercana a Elorza, lo que causaba la abstención de los indígenas, que María Rodríguez había convencido, porque en dos días no tenían cómo movilizarse desde Riecito a Rancho Bonito de regreso. Y así sacó a la líder indígena del juego.
Adicional a eso, la casi totalidad de miembros de mesa de todos los centros era personal subalterno del burgomaestre, es decir nómina de la alcaldía.