Desde Oslo a Barbados, esta no es la primera vez que representantes del presidente Nicolás Maduro, distintos sectores de la oposición y el líder Juan Guaidó dan indicios a una nueva ronda de diálogos con la mediación de la diplomacia de Noruega.
Y aunque Estados Unidos no ha estado directamente vinculado a las negociaciones, sí tiene una gran influencia sobre las mismas. Hasta la fecha, 166 ciudadanos venezolanos vinculadas con el Gobierno de Maduro están sancionadas y a más de 1.000 personas les fue revocada la visa, según un estudio de enero de este año, publicado por el Servicio de Investigaciones del Congreso.
“Si Maduro cede estos espacios democráticos, restaura las instituciones y da espacio, podemos empezar a evaluar el levantamiento de algunas sanciones que hemos hecho en el pasado”, señala Jimmy Story, embajador de Estados Unidos para Venezuela.
El diplomático indicó, sin embargo, que él desconoce por ahora cómo marchan las pláticas para el establecimiento de un diálogo. Lo que sí está claro es que en la medida que logre avances concretos hacia la restauración de la democracia podría conducir al levantamiento de las sanciones estadounidenses.
“Evaluar las acciones”
“Tienen que ser cosas que son irreversibles y no pueden ser cosas que de un día para otro pueda cambiar el régimen. Porque hemos visto esta historia antes”, explicó el embajador Story en entrevista a la VOA.
“Lo que queremos ver es la restauración de la democracia en el país. Y entonces ya poco a poco, a través de la mesa de diálogo podemos evaluar las acciones dependiendo lo que están haciendo ellos”, afirmó
El líder opositor Juan Guaidó, que en ocasiones se ha mostrado escéptico al diálogo, recientemente dijo estar dispuesto a sentarse a la mesa, pero con condiciones: “Hacen falta garantes, hacen falta compromisos, como decíamos ayer, de nuestra comunidad internacional”.
El presidente Maduro también tiene sus peticiones, entre ellas el levantamiento de las sanciones, la reactivación de los activos y cuentas bancarias y la legitimación internacional de sus poderes.
“El reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional legítima y de los poderes establecidos en Venezuela”, indicó Maduro durante una alocución en el canal del estado venezolano.
“No aflojamos la cosa”
Noruega, que ha facilitado en el pasado este tipo de negocación, organizó en agosto de 2019 un encuentro entre los delegados de Maduro y Guaidó. Las conversaciones fracasaron después de que el Gobierno venezolano se retiró en protesta por el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos.
“Por la parte de los noruegos, ellos decidieron hacer un proceso limpio con el menor número de participantes necesarios. Estados Unidos estaba afuera, ellos no querían participar, pero sobre una situación que nadie podía tener ningún control”, señaló Fulton Armstrong, director de investigaciones en Latinoamérica en American University.
Armstrong opina que el rol estadounidense podría ser significativo.
“Estados Unidos tiene un papel importante en el proceso (…). Tenemos toda la palanca, toda la influencia necesaria, pero no aflojamos la cosa”, comentó.
Analistas valoran que en esta nueva ronda de diálogo, deben existir más garantes para ambos lados de la mesa. Maduro puede estar en este momento en el epicentro de las reglas del juego y haciendo solicitudes, pero Guaidó continúa con un gran apoyo internacional, y el más importante, el de Estados Unidos, que todavía está por definir sus reglas del juego.
VOA.
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