El régimen de Xi Jinping afianza sus lazos con el gobierno de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y su eventual heredero, apodado “Teodorín”, una de las dictaduras más terribles de África: quiere instalar un puerto para asistir a sus buques de guerra. Washington trabaja para evitar los avances.
Por infobae.com
Los servicios de Inteligencia estadounidenses sospechan que China quiere establecer su primera presencia militar permanente en el océano Atlántico usando Guinea Ecuatorial como centro de operaciones, según indicaron responsables norteamericanos al diario Wall Street Journal.
Según las fuentes del medio, el principal asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Jon Finer, visitó Guinea Ecuatorial en octubre para persuadir al presidente del país, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, así como a su hijo y heredero aparente, el vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, conocido como ‘Teodorín’, de que rechazaran las propuestas de China.
Aunque los detalles del encuentro nunca trascendieron, el asesor “dejó claro a Guinea Ecuatorial que cierta actividad potencial de China en el país nos plantea un problema de seguridad nacional”, según fuentes de la Casa Blanca.
La información de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos destaca el interés de Beijing en la ciudad de Bata, bien conectada con Gabón y el interior de África Central. De hecho, la ciudad cuenta con un puerto de aguas profundas de construcción china.
Bata y su puerto serían un lugar idóneo para una instalación naval y militar en la costa atlántica de África en lo que se trataría de, tal y como declaró en abril en el Senado el general Stephen Townsend, comandante del Mando de África de Estados Unidos, “el paso más amenazador que China podría dar en estos momentos”.
“Por militarmente útil me refiero a algo más que un lugar en el que puedan hacer escalas en el puerto y conseguir gasolina y víveres. Me refiero a un puerto donde puedan rearmarse con municiones y reparar buques de guerra”, explicó.
En junio, el general de división Andrew Rohling, comandante de la Fuerza de Tarea del Ejército de Estados Unidos en Europa Meridional-África, explicó en una entrevista que la preocupación de Washington “es que los chinos desarrollen una base naval en Guinea Ecuatorial, lo que les daría presencia naval en el Atlántico”.
El Gobierno ecuatoguineano no se ha pronunciado sobre esta información, por el momento, como tampoco lo han hecho las autoridades políticas ni el Ejército chino.
Pero Beijing no tiene en la mira solo a Guinea Ecuatorial. Según reportó el WSJ, otras opciones para su despliegue militar en África son Kenia, Seychelles, Tanzania y Angola.
Los acercamientos de Washington hacia el gobierno local no han sido sencillos, teniendo en cuenta que el Departamento de Estado ha acusado al régimen de Obiang de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas y otros abusos.
Múltiples informes de organizaciones internacionales como Freedom House, Human Rights Watch y Amnistía Internacional alertan en este mismo sentido, relatando los brutales abusos a los derechos humanos, la falta de información independiente y la inexistencia de una oposición al régimen de padre e hijo.
Obiang gobierna el país desde 1979. El descubrimiento de enormes reservas de gas y petróleo en 1996 permitió supuestamente a los miembros de su familia gastar abundantemente en coches exóticos, mansiones y otros lujos, según las investigaciones del Senado estadounidense y del Departamento de Justicia.
Poco después de la visita de la delegación estadounidense en octubre y los agradecimientos posteriores, el presidente Obiang habló por teléfono con Xi Jinping, tras lo cual Beijing emitió un comunicado en el que destacaba que “Guinea Ecuatorial siempre ha considerado a China como su socio estratégico más importante”.