Chavismo y oposición acordaron hace 2 años, en el diálogo de México, una postura unitaria sobre el diferendo territorial con Guyana, uno de los pocos temas donde ambos bloques coinciden.
Por vozdemerica.com
El gobierno de Venezuela difícilmente perderá un referendo consultivo sobre el reclamo territorial de la Guayana Esequiba, hoy gobernada por Guyana, pero esa votación busca apelar al nacionalismo ante un «enemigo común» y tendrá nulo impacto en el litigio internacional sobre el diferendo, coinciden analistas.
El presidente de la Asamblea Nacional y hombre de confianza de Maduro, Jorge Rodríguez, propuso este jueves aprobar un referendo consultivo sobre el Esequibo mediante una moción legislativa de urgencia. La plenaria votó a favor.
La aprobación ocurre días luego de que Venezuela reclamara que Guyana convocase a licitaciones petroleras en zonas marítimas en disputa.
El caso provocó esta semana el cruce de declaraciones entre voceros de Venezuela, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Si bien no hay fecha prevista, se prevé que el Consejo Nacional Electoral organice la consulta con prontitud, sin elecciones próximas en el calendario.
Expertos en Venezuela dan por sentado que el resultado será favorable al oficialismo. “Es como preguntarle a un hijo si quiere a su mamá”, valoró el especialista y embajador retirado Sadio Garavini di Turno.
“Es una evidente maniobra de distracción”, acotó el doctor en ciencias políticas.
El Esequibo es de los pocos temas donde coinciden el chavismo y su oposición.
Sus delegaciones en las negociaciones de México pactaron un acuerdo “para la ratificación y defensa de la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba”, un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados en reclamación desde el siglo XIX.
Lauren Caballero, experto en relaciones internacionales, también opinó que el referendo le permite al Gobierno “distraer la opinión pública” de otros asuntos electorales, con las primarias opositoras a la vista (octubre) y la negociación en marcha por mejores condiciones para las presidenciales.
El chavismo busca “reenfocar la opinión en un tema de unidad nacional”, afirmó.
“La gente diría que sí” a una pregunta donde se consulte la defensa del Esequibo y el gobierno venezolano usaría todos sus recursos para ganar la consulta, dijo.
“Por las venas” del venezolano corren “siempre” el patriotismo y el nacionalismo, aseguró Caballero, recordando las gestas libertarias del país hace 200 años y los logros militares y políticos de próceres patrios como Simón Bolívar, quien ayudó a independizar a 5 naciones americanas.
No obstante, dijo dudar del propósito de la consulta y del alcance de su resultado ante la Corte Internacional de Justicia, de las Naciones Unidas, que tiene el diferendo en sus manos.
“Un referendo (sobre el Esequibo) no tendría mayor relevancia, no es vinculante para el derecho internacional”, advierte en conversación con la Voz de América.
Cree, por ejemplo, que una consulta semejante en Guyana favorecería al gobierno vecino, sin un efecto real en el litigio internacional sobre el diferendo.
El politólogo Jesús Castellanos, especialista en temas electorales de Venezuela, se inclina a pensar que el oficialismo “busca exacerbar un sentimiento nacional y construir un enemigo externo común”.
Su impacto se circunscribe al campo político interno, consideró. “Y no sé en qué grado. Ni en lo jurídico venezolano ni en organismos internacionales, sospecho, tendrá impacto”, añadió en entrevista con la VOA.
La cantidad de electores en ese consultivo pudiera revelar “el nivel de convocatoria” del chavismo, anticipó. “Eso es muy peligroso para el régimen a unos meses de la celebración de la elección presidencial”, subrayó.
Pasos contradictorios
El gobierno del expresidente Hugo Chávez, mentor de Maduro, estuvo lleno de “contradicciones profundas” sobre los derechos de Guyana en el Esequibo, dio Caballero, por su parte.
Inicialmente, contó, Chávez mantuvo la política exterior de los gobiernos de 40 años anteriores, protestando cualquier acción vecina en ese territorio.
Tiempo después, “no se oponía” a movimientos energéticos y comerciales de Guyana en el territorio reclamado, mientras se dejaba el asunto en manos del mecanismo de Buen Oficiante de las Naciones Unidas, describió el experto.
La especialista en asuntos internacionales, Maruja Tarre, aseguró este miércoles que Chávez “decidió engavetar el conflicto y hacerse de la vista gorda cuando Georgetown comenzó a negociar con compañías petroleras”, a principios de siglo.
Calificó por ello como “cínica” la iniciativa del referendo por el chavismo.
El libro Venezuela y sus espacios marítimos en el Atlántico ayer y hoy, del historiador Manuel Donís, precisa que Chávez restó importancia a la polémica sobre el Esequibo durante una visita a Guyana en 2004, interesado en impulsar el Tratado de Alianza Bolivarianos para pueblos de Nuestra América, ALBA.
“El asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países (…) Venezuela no se opondrá a que empresas extranjeras exploren yacimientos petroleros y gasíferos en el disputado territorio de Guyana”, dijo Chávez hace 19 años, recuerda el texto.
“Venezuela va debilitada”
Caballero, por su parte, estimó que Guyana aprovechó esos años para “armar su caso” y “tener ventaja” en la Corte Internacional de Justicia, a donde demandó a Venezuela unilateralmente en marzo de 2018.
Venezuela se involucra “debilitada” en una contienda de varias décadas, ahora con “desorden político interno”, “flaqueza” económica, “incapacidad” militar y divisiones, lamenta Caballero.
Tanto Tarre como Caballero tildaron de “torpe” la postura de Estados Unidos por el reclamo de Venezuela a Guyana por iniciar la ronda de licitaciones petroleras.
Brian Nichols, subsecretario para asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, dijo el miércoles qu país “apoya el derecho soberano de Guyana a desarrollar sus propios naturales” y calificó de “inaceptables” los esfuerzos contra la soberanía guyanesa.
Las autoridades venezolanas, entre ellos Maduro y su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, repudiaron la opinión de Nichols. El jefe de Estado de Venezuela dijo que Washington comete una “intromisión insolente” en el asunto.