Los médicos y el resto del personal sanitario de Italia no puede negarse a ser vacunado contra el coronavirus, ya que así lo estipula la ley, aseguró hoy el Consejo de Estado italiano, órgano de control de las decisiones administrativas, al rechazar el recurso de un facultativo apartado de su puesto en la Sanidad pública por no querer inmunizarse.
Los trabajadores sanitarios, “por ley y más aún por el llamado ‘juramento hipocrático’” están “obligados a hacer todo lo posible para curar a los enfermos, y nunca para crear o agravar el peligro de contagio del paciente con el que están en contacto directo en el ejercicio de su actividad profesional”, indicó el Consejo.
El organismo, que ratificó la sentencia del Tribunal Administrativo de Los Abruzos (centro-este de Italia) que suspendió al médico que recurrió por negarse a vacunarse, consideró “la prevalencia del derecho fundamental a la salud de la colectividad frente a las dudas individuales o de grupos de ciudadanos sobre la base de razones nunca científicamente probadas”.
“Sólo la vacunación masiva, también y ante todo de aquellos que entran en contacto habitual con otros ciudadanos, especialmente en situación de vulnerabilidad, representa una de las medidas indispensables para reducir, incluso en los días actuales, la multiplicación de contagios, de hospitalizaciones, de víctimas y de nuevas variantes potencialmente muy peligrosas”, añade en su decisión.
Varios tribunales italianos han dictaminado en los últimos meses que los trabajadores sanitarios que rechazasen la vacuna debían ser suspendidos de empleo y sueldo, lo que llevó al Gobierno de Mario Draghi a plantearse incluso una ley con sanciones para el personal médico en estas circunstancias.
“El Gobierno quiere intervenir sobre el tema porque no va bien en absoluto que los operadores sanitarios no vacunados estén en contacto con enfermos”, dijo el propio Draghi el pasado marzo en una rueda de prensa, en la que aseguró que la ministra de Justicia, Marta Cartabia, preparaba “una medida sobre el tema, sobre su forma, y cómo se explican las sanciones”.
También se han referido a esa posibilidad los ministros de Sanidad, Roberto Speranza, y de Trabajo, Andrea Orlando, quien aseguró que aunque de momento no se contemplaba la posibilidad de despedir a los funcionarios que rechacen vacunarse, era un escenario que podría estudiarse si fuese necesario.
En las últimas 24 horas, Italia confirmó 15.085 nuevos contagios y 103 muertos, el mayor aumento de la cifra de fallecidos por coronavirus desde finales de mayo, y la Federación Italiana de Empresas Sanitarias y Hospitalarias alertó de que las hospitalizaciones por coronavirus se están acelerando progresivamente y en la última semana han aumentado un 16 %.
EFE