El Ejército de Liberación Nacional ya opera en la mitad de los estados venezolanos y “ejerce influencia” en al menos cinco de ellos, señala un informe enfatizando que el acelerado fortalecimiento de la organización guerrillera la convierte en una amenaza regional mucho más peligrosa y difícil de erradicar.
Por: Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
El fenómeno es producto de una “confluencia de eventos en Colombia y Venezuela” que le ha permitido a la agrupación cosechar los beneficios del caos venezolano y del incremento colombiano de la producción de cocaína, señala el documento elaborado por el profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, Evan Ellis.
“La expansión del ELN en Colombia y Venezuela refleja un ciclo de realimentación peligroso que al final podría presentar consecuencias graves para ambos países y la región”, señala Ellis en el informe al advertir que Washington y Bogotá deberían convertir en prioritaria la lucha contra la organización guerrillera.
“El grupo se ha nutrido de las ganancias de una producción de coca ampliada en Colombia, minería ilegal en Venezuela, extorsión de flujos de personas, mercancías y dinero en la frontera entre Venezuela y Colombia donde tienen una fuerte presencia, y mayores oportunidades por la pandemia del COVID-19 para explotar y reclutar a venezolanos y colombianos desesperados en ambos países”, agregó.
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