Ocho días después, el chavismo se arrancó de un solo tirón un disfraz democrático que ya estaba lleno de agujeros. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), habitual martillo contra la oposición, ha ordenado que el Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendiera la totalización de los votos en Barinas, la cuna de la revolución, y la consiguiente proclamación del ganador.
Por: Daniel Lozano / El Mundo
Las actas de los partidos políticos confirmaban que Freddy Superlano, candidato de Voluntad Popular, partido del presidente encargado Juan Guaidó y del ex prisionero político Leopoldo López, se ha impuesto por unos pocos votos a Argenis, hermano de Hugo Chávez. La familia del “comandante supremo” ha gobernado durante 22 años en el estado que les vio nacer, convertido hoy en un símbolo del poder revolucionario.
El proceso no se había acabado, pese a que entre ambos candidatos sumaban cerca de 200.000 votos, porque un general se negaba a entregar las actas que confirmaban el histórico cambio. Desde primeras horas de la mañana, organizaciones civiles habían denunciado la militarización de Barinas.
Cuando ya el CNE había puesto en marcha la totalización del proceso en Caracas, una vez “rescatadas” las actas de manos militares, intervino directamente el TSJ. Para enmarañar aún más el habitual lío nacional, el recurso ante el TSJ, que sirve como excusa formal para la decisión, lo ha interpuesto uno de los diputados que forman parte del grupo de colaboracionistas subvencionados por Alex Saab. Un diputado que, además, también se apellida Superlano, aunque no mantiene ningún lazo familiar con el ganador de las elecciones regionales en Barinas.
El magnate colombiano, a quien la fiscal Luisa Ortega acusa de ser el principal testaferro de Nicolás Maduro, espera en una cárcel de Florida que comience su juicio por conspirar para cometer lavado de dinero con los millones de dólares de la corrupción, obtenidos en el botín revolucionario.
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