El Mundial de Qatar levanta por fin el telón este domingo con el duelo inaugural entre el anfitrión y Ecuador (19h00 locales, 16h00 GMT), aperitivo de una competición que nace marcada por las polémicas y en la que Brasil y Argentina parten como grandes aspirantes al título que defiende Francia.
En el estadio Al Bayt, a unos 50 kilómetros al norte de Doha, comenzará la 22ª edición del Mundial, la primera en un país árabe, poniendo fin a los 4.371 días que han pasado desde que la FIFA eligiera en diciembre de 2010 al emirato como sede del gran torneo.
Más de una década para que el pequeño país se prepare para acoger a 32 selecciones y cientos de miles de aficionados, con ocho estadios de primerísimo nivel, siete de ellos levantados de la nada para la ocasión.
«Bienvenidos a la Copa del mundo árabe», tituló el diario catarí Al-Sharq este domingo, mientras grupos de hinchas extranjeros, cada vez más numerosos, paseaban por La Corniche, el paseo turístico de la bahía de Doha.
A unos kilómetros, en la oficina central de venta de entradas, las filas de compradores aumentan como no lo habían hecho desde su apertura a mediados de octubre.
El primer vuelo comercial entre Israel y Qatar, dos países que no tenían relaciones diplomáticas, salió de Tel-Aviv rumbo a Doha este domingo en el marco de un programa especial por el torneo.
Las personalidades han comenzado a llegar, desde el presidente senegalés Macky Sall al príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed ben Salmane, a unas horas de una ceremonia de apertura que mezclará «tradición catarí y cultura universal» y que intentará tener una dimensión propia de los Juegos Olímpicos.
Con información de El Nacional.