El liderazgo del primer ministro británico, Boris Johnson, sumido en una profunda crisis, es cuestionado una vez más después de que los conservadores sufriesen un duro varapalo al perder, en una elección parcial, un decisivo escaño que había estado sus manos durante casi 200 años.
Los liberaldemócratas se hicieron en la elección celebrada el jueves -y cuyo resultado se conoció este viernes- con el escaño de North Shropshire, en el oeste de Inglaterra, una circunscripción que en su día votó abrumadoramente por el Brexit y que desde los años treinta del siglo XIX estaba controlado por los conservadores.
Este distrito había quedado vacante tras la reciente dimisión del diputado conservador Owen Paterson, implicado en un escándalo sobre conflicto de intereses al violar reglas parlamentarias.
LA LIBERALDEMÓCRATA HELEN MORGAN SE HACE CON EL ESCAÑO
La candidata liberaldemócrata Helen Morgan se hizo con este escaño al obtener 17.957 votos, mientras que el conservador Neil Shastri-Hurst quedó en segundo lugar con 12.032 papeletas, seguido del laborista Ben Wood con 3.686 apoyos, según el resultado oficial.
Morgan ganó con una mayoría de 5.925 votos, frente a la rotunda mayoría de 22.949 apoyos que había obtenido el conservador Paterson en los comicios de 2019.
Esta elección era considerada vital para conocer el nivel de respaldo que disfruta el primer ministro en circunscripciones tradicionalmente conservadoras, ya que ayuda a extrapolar la tendencia de voto si hubiera ahora unas elecciones generales.
Tras la derrota, Johnson reconoció que el resultado es “muy decepcionante” para la formación y recalcó que asumía “toda la responsabilidad de lo que hace el Gobierno”.
“Entiendo totalmente las frustraciones de la gente. Escucho lo que los votantes están diciendo en North Shropshire. Con toda humildad, tengo que aceptar el veredicto. Entiendo lo que los votantes quieren”, que el Gobierno se centre en “sus prioridades”, resaltó el primer ministro en una declaración a los medios.
La polémica en torno a Paterson estalló hace unas semanas al revelarse que trabajaba como asesor del laboratorio Randox y que había cabildeado a ministerios en favor de esa empresa.
Pero el escándalo llegó a poner en entredicho la integridad de Johnson cuando éste trató de manipular un mecanismo para evitar que el diputado fuese sancionado por el Parlamento británico.
A esto se suma el golpe asestado a Johnson cuando casi 100 diputados conservadores desafiaron el martes su autoridad al votar en contra de la introducción en Inglaterra de los certificados covid para entrar a grandes eventos a fin de controlar la variante ómicron.
Esa votación salió adelante con el apoyo de los laboristas, en la oposición, teniendo en cuenta que el Gobierno tiene una mayoría de 79 escaños en la Cámara de los Comunes (baja).
“SE ACABÓ LA FIESTA”
Al declararse la victoria, Morgan dijo que para Johnson “acabó la fiesta”, en referencia a los escándalos, entre ellos la presunta celebración hace un año de un festejo navideño en la residencia de Downing Street mientras había fuertes restricciones en el país para controlar la propagación del coronavirus.
“Esta noche, la población de North Shropshire ha hablado en nombre del pueblo británico. Ellos han dicho en alto y claramente ‘Boris Johnson, se acabó la fiesta’”, agregó.
“Su Gobierno, gestionado con mentiras y fanfarroneo, rendirá cuentas, será analizado, será desafiado y puede ser derrotado”, señaló la política liberaldemócrata en su mensaje a Johnson.
Algunos diputados conservadores no ocultaron hoy su inquietud por la aplastante derrota, hasta el punto de que el parlamentario Roger Gale avisó de que esta elección ha sido “un referéndum” sobre Johnson.
“Ya son dos golpes. Uno a principio de esta semana en la votación en los Comunes y ahora este. Otro golpe más y (Johnson) queda fuera” del Ejecutivo, agregó Gale.
No se descarta que el descontento en las filas conservadoras se traduzca en un proceso para destituir al primer ministro como líder.
El poderoso Comité 1922, que agrupa a los diputados conservadores sin cartera, puede iniciar ese proceso si recibe 54 cartas de los parlamentarios en las que éstos manifiesten la decisión de retirarle la confianza a Johnson como líder de la formación.
El presidente de ese comité, Graham Brady, ya ha adelantado que, durante el actual receso parlamentario por Navidad, los diputados pueden hacer llegar el descontento a través de correo electrónico en lugar de hacerlo en una carta enviada por correo postal.
EFE