Veinte días han transcurrido desde que los gobiernos de Colombia y Venezuela oficializaron la reapertura de la frontera, tras permanecer siete años cerrada por decisión unilateral del vecino país.
Desde entonces, han sido varios los pasos que se han dado con miras a intentar reactivar algunos sectores que habían estado paralizados, pero también han surgido una serie de inconvenientes que han entorpecido este proceso.
El paso de carga pesada por la línea limítrofe que separa a ambos países marcó el cumplimiento de uno de los objetivos trazados para los primeros 100 días de gobierno de Gustavo Petro.
El pasado 26 de septiembre, los camiones transitaban por el Puente Internacional Simón Bolívar y otros por el Francisco de Paula Santander cargados con vasos plásticos, insumos médicos, aluminio y repuestos para vehículos.
El día del evento el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, manifestó que los beneficiados con esta apertura no solo eran los empresarios del comercio exterior, sino también los ciudadanos a ambos lados de la frontera.
A lo largo de estas tres semanas, según la Dian, Colombia ha vendido más de 160 toneladas de insumos representados en cajas de cartón, plástico, papel higiénico, e insumos para calzados, mientras que de Venezuela a Colombia el total de mercancía vendida está por el orden de las 400 toneladas, representadas en carbón mineral, material ferroso, bovinas y acero.
EL HERALDO conversó con varios representantes de los sectores económicos, quienes ofrecieron detalles de lo alcanzado en las últimas semanas, donde poco más de 27 camiones de carga han podido hacer los procesos de aduanas para la nacionalización de productos en ambos países.