Creación, arte, diseño y enseñanza confluyen en la movida que impulsa el Movimiento Urbano de Cerámica de Caracas (MUC) con la que busca difundir conocimiento y fomentar la pasión por el arte cerámico. Con este espíritu, presenta su segunda edición el 5 y 6 de noviembre.
El MUC integra a una comunidad emprendedora de ceramistas que está convencida de la necesidad de “intercambiar tecnología, conocimiento, y conectar el arte cerámico con la ciudad a través del contacto exploratorio y formativo, volverlo parte de ella”, explica Fanny Zambrano, cofundadora del MUC.
Los espacios del Jardín Casa Samambaya, abren sus puertas, de 11 de la mañana a 8 de la noche, para este encuentro cerámico el primer fin de semana de noviembre. Exposición del arte utilitario y contemplativo que surge del modelado de la arcilla, experiencias creativas para niños y adultos en aula abierta, charlas sobre temas como el esmaltado occidental, emplatado y vajilla, la transformación emocional al trabajar con arcilla entre otras, son parte de lo que disfrutarán quienes acudan a la segunda edición del MUC, iniciativa que busca poner la cerámica en movimiento en la ciudad.
Los 34 artistas, artesanos y talleres formativos que participan en los 28 stands de esta segunda edición del MUC, vienen de Caracas, El Junquito, La Colonia Tovar y San Diego de los Altos. Emplean el lenguaje de la trasmutación de la arcilla para generar un impacto en la ciudad, en los ciudadanos que buscan experiencias de contacto, educativas y de disfrute visual.
Participantes
En esta edición del MUC participa Matías González, “El Príncipe de la cerámica” un niño de 10 años con síndrome de Asperger. Él ha encontrado en la cerámica un espacio para expresar su creatividad, apunta Zambrano.
“Quienes buscan conectarse con la cerámica desde la creación están movidos por una necesidad de conexión con la tierra”, reflexiona Zambrano. “La pandemia movió a muchas personas a buscar en el trabajo cerámico una fuente para sobrellevar los efectos de la pandemia. Desde ahí algunos descubrieron una posibilidad de reinventarse, aprendiendo un oficio a partir del contacto con la arcilla con el que se conectaron con su potencial creador”.
La comunidad de ceramistas y talleres tiene diversos orígenes. “El MUC es un trabajo de resistencia, resiliencia y emprendimiento con el que buscamos mantener vivo el trabajo cerámico”, explica Zambrano. “Se han ido formando en los talleres escuelas que hay en Caracas. Los hay autodidactas que se han apoyado en el universo digital profesionalizándose en el arte cerámico; hay ceramistas que tienen más de tres décadas de trabajo sostenido, y lo que comenzó como un hobby se convirtió en una forma de vida, en emprendimientos que tienen como propósito generar experiencias a través de las piezas cerámicas, bien sean utilitarias o contemplativas”.
En esta segunda edición del MUC de arte cerámico harán un reconocimiento al legado de la ceramista Josefina Álvarez(+), quien fue en vida galardonada con premios como el de Artes Aplicadas del Salón Arturo Michelena 1968 y la Medalla de oro del Salón Nacional de las Artes del Fuego 1971. Los instrumentos musicales que creó a partir de la arcilla serán ejecutados por músicos en una presentación en la que acompañarán a Betsaida Machado.