Estados Unidos sigue considerando “posible” rescatar el acuerdo internacional nuclear con Irán pese a reconocer que cada vez queda menos tiempo y en medio de crecientes tensiones con Teherán.
Así lo indicó en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, al anunciar el viaje del enviado especial estadounidense para Irán, Robert Malley, a Viena, donde tienen lugar los contactos diplomáticos.
Aunque advirtió que el margen de negociación se está agotando, Price insistió en que EE.UU. sigue creyendo que “un compromiso mutuo para cumplir con el acuerdo (conocido por las siglas en inglés Jcpoa) es posible”.
“Seguiremos negociando mientras consideremos que el regreso al acuerdo ofrece más ventajas que las alternativas”, afirmó sobre la eventual ruptura de las conversaciones.
La dificultad del proceso, que ya quedó patente la semana pasada en el primer contacto tras cinco meses de parón negociador, ha aumentado después de que Washington haya sancionado a cuerpos y dirigentes de seguridad iraníes, al considerar que están implicados en graves abusos de derechos humanos.
Esta séptima ronda de contactos, la primera tras la elección del ultraconservador Ebrahim Raisi como presidente de Irán, quedó interrumpida el pasado viernes tras cinco días en los que Irán planteó cambios a los documentos pactados en la anterior reunión, en junio.
Estados Unidos participa de manera indirecta en las conversaciones.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció recientemente que Irán ha intensificado su programa nuclear produciendo más uranio enriquecido con equipos más modernos en una planta subterránea, violando los términos establecidos por el acuerdo nuclear.
El Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump se retiró en 2018 de forma unilateral el pacto firmado entre Irán y Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, y el propio Estados Unidos, y reimpuso sanciones contra Teherán.
Tras un año de “paciencia estratégica”, Irán respondió con la producción de más uranio y de más pureza de lo permitido en 2019, y este año alcanzó un nivel del 60 %, más cerca del límite necesario para una bomba atómica (90 %).
Después de la llegada a la Casa Blanca en enero de Joe Biden, comenzaron nuevas negociaciones entre Irán y las seis grandes potencias firmantes, pero sin lograr avances sustanciales.
EFE