Voz de América
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes que su gobierno limitará el asilo a los migrantes irregulares que intenten entrar al país, una medida que cerrará la frontera sur con México cuando las cifras de llegadas «excedan la capacidad» de procesamiento en los puntos de entrada «como ocurre hoy».
“Los migrantes no podrán recibir asilo en nuestra frontera sur a menos que lo soliciten después de ingresar (al país) a través de un proceso legal establecido”, insistió Biden desde la Casa Blanca, flanqueado por un grupo bipartidista de alcaldes de ciudades fronterizas.
El presidente demócrata advirtió que la posibilidad de solicitar asilo “seguirá estando disponible” para quienes busquen emigrar legalmente a EEUU, por ejemplo, “concertando una cita (en la aplicación CBP One) y acudiendo a un puerto de entrada”.
“Esta prohibición permanecerá activa hasta que el número de personas que intentan ingresar ilegalmente se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar de manera efectiva”, especificó.
El mandatario demócrata criticó duramente a la bancada republicana en el Congreso, que ha rechazado una propuesta de reforma migratoria acordada por legisladores de ambos partidos, al tiempo que le reclama políticas más duras para controlar lo que consideran una “crisis” en la frontera sur.
“Estoy dejando atrás la obstrucción republicana y estoy utilizando la autoridad ejecutiva (…) para hacer lo que pueda por mi cuenta para abordar el manejo de la frontera”, indicó Biden.
Además, denunció a quien previsiblemente será su contrincante en las elecciones, el expresidente Donald Trump, y a sus aliados republicanos en el Congreso, quienes “no quieren arreglar” la cuestión migratoria. “Ese es el problema, quieren usarla para atacarme”, aseguró.
Por otro lado, el mandatario destacó que las cifras de llegadas irregulares han caído en los últimos meses, lo que atribuyó en gran parte a la colaboración con México, que acaba de elegir a su primera presidenta, Claudia Sheinbaum.
“Seguimos trabajando estrechamente con nuestros vecinos mexicanos, en lugar de atacarlos. Y ha funcionado. Construimos una sólida asociación de confianza entre el presidente mexicano (Andrés Manuel) López Obrador, y voy a hacer lo mismo con la presidenta electa de México, con quien hablé ayer”, agregó.
“No voy a demonizar a los migrantes. No voy a separar a los niños de sus familias”, prometió Biden, quien además pidió “paciencia” y confianza a los estadounidenses.
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