Se dieron cita en París, en la emblemática Casa de América Latina un grupo de personas, entre ellas cineastas y artistas plásticos, este pasado 17 de noviembre, para asistir a la proyección del cortometraje «Oro de Sangre» dirigido por Thaelman Urgelles y Juan Urgell, con Pía Revollo y Beatriz Urgelles en la producción ejecutiva.
El cortometraje muestra y denuncia la devastación ambiental, social y cultural, causada por el «Arco Minero del Orinoco».
La invitación a este encuentro es parte de la programación de las asociaciones Diálogo por Venezuela y Watunna Venezuela, en apoyo a PACUHR y al equipo de producción del cortometraje «Oro de Sangre».
Ana María Méndez-Schreier, presidente de la asociación Watunna, experta en Ciencias Ambientales, estuvo a cargo de hacer la presentación del evento, en la cual se habló de la reciente Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 27, su importancia para Venezuela, de la situación de la Amazonía Venezolana y la necesidad de implementar planes de prevención de riesgos en todos los estados de Venezuela para evitar catástrofes socio-ambientales, relacionadas con el cambio climático y con la minería ilegal al sur del Orinoco.
También se enfatizó en la necesidad en la necesidad de apoyar financieramente a las ONG Ambientales e indígenas que desarrollan proyectos en la Amazonía venezolana, como el programa «Somos Caura» desarrollado por la organización «Todos por el Futuro» en la región del Caura en el Estado Bolívar.
Después de la proyección del cortometraje se abrió un ciclo de preguntas y respuestas, el cual estuvo lleno de reflexiones y muestras de compromiso por parte del público presente.
En un segundo espacio, se proyectó el cortometraje «Napë» dirigido por Rafael Hernández y Cliff Orloff.
Este corto presenta una historia a través del tiempo de una comunidad yanomami en el estado Amazonas, los cambios que han surgido con la aparición de la minería ilegal y los mineros en sus territorios, lo que les ha obligado a hacerse cada vez más dependientes de los insumos que vienen desde la sociedad mayoritaria.
Es importante señalar que los cortometrajes proyectados en la Casa de América Latina en París, han participado en AMAZINE, el «1er Concurso Internacional de Cortometrajes sobre el Amazonas Venezolano en la Actualidad» como parte de la programación de la asociación Watunna Venezuela y que seguirán siendo exhibidos en diferentes salas internacionales, con el propósito de dar visibilidad a la situación del Amazonas venezolano, el cual forma parte de un espacio geográfico estratégico mayor, como lo es el gran bosque Amazónico, compartido por nueve países suramericanos.
Es responsabilidad de todos los venezolanos y de la comunidad internacional salvar esta imprescindible región del planeta, capaz de ayudar a regular la temperatura global y actuar como atenuante ante los efectos del cambio climático.