Sobre las desventajas, puntualizó que habrían limitaciones para implementar políticas monetarias por parte del Estado, la minimización de las posibilidades del Banco Central de Venezuela (BCV) de actuar como prestamista, la imposibilidad del Estado para aplicar las medidas de política cambiaria y la pérdida de señoraje (la posibilidad del gobernante de emitir dinero).
El especialista aseveró que una vía más conveniente y efectiva para enfrentar el problema inflacionario en la nación es «sanear la economía».
Ante ello, resaltó que una forma de hacerlo es «creando mejores condiciones que permitan hacer frente a las adversidades externas, sin caer en la rigidez de la dolarización, de la cual es difícil de salir una vez que se adopta su uso».