El dictador cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, calificó la movilización de ciudadanos que se llevará a cabo el próximo 15 de noviembre, como una “supuesta marcha pacífica”, que a su juicio sería una escalada para actuar en contra de la revolución.
Díaz-Canel agregó que la protesta es un desafío a las autoridades y al Estado de derecho socialista que estaría refrendado en la Constitución del país caribeño.
Agregó que la manifestación es un plan orquestado, “se involucran tanques pensantes y portavoces del gobierno de los Estados Unidos en la concepción y preparación de estas acciones”, dijo.
El jefe del régimen de La Habana expresó que el objetivo de la actividad son con “fines violentos se advierten en las remembranzas que hacen de las guarimbas en Venezuela, de los sucesos en Nicaragua, la exaltación al vandalismo, las amenazas de muerte a revolucionarios, y el apoyo de personajes y organizaciones con historial violento y terrorista radicados en los Estados Unidos”.
La denominada “Marcha Cívica por el Cambio” fue rechazada por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en un discurso de clausura del II Pleno del Comité Central del PCC desarrollado en La Habana este fin de semana.
La Marcha Cívica por el Cambio fue convocada para el 15 de noviembre (15-N) por el grupo Archipiélago, plataforma en redes sociales integrada por más de 29.000 ciudadanos cubanos. Sus promotores manifiestan que el objetivo es protestar pacíficamente contra de la violencia, exigir el respeto a los derechos humanos y la liberación de los presos políticos, así como abogar por la solución pacífica y democrática de las diferencias entre los cubanos.