El dirigente nacional de Primero Justicia, Carlos Ocariz, realizó un recorrido por el estado Nueva Esparta dónde aprovechó la oportunidad de acompañar en una jornada de limpieza al Alcalde de Macanao José Asencio Narváez.
En su recorrido por la región insular también aprovechó la oportunidad de realizar distintos comité políticos, así como la entrega de material para la recuperación de un espacio deportivo.
«A todos los lugares que he visitado siempre he dicho que llegó el momento de refundar la República y eso pasa desde rescatar la esperanza de la gente, hablarle muy claro hasta renovar por completo todos los poderes públicos. No es posible que hablen de poder popular y la burocracia se come al estado».
Explicó que conectar con la gente es promover la verdadera democracia directa. «Existen cientos de ministerios y nuestros pescadores no tienen un Bolívar en el bolsillo, ni gasolina para trabajar, no pueden llevar el sustento a sus hogares, es por ello que tenemos que luchar para cambiar esa realidad».
Ocariz dijo que la región insular ha presentado un descenso en lo que se refiere a la actividad turística. «Este estado y toda Venezuela requiere de mucho trabajo. Aquí el pueblo también sufre y padece de la desidia y el abandono de los servicios públicos. Nosotros no estamos condenados a vivir esta realidad tan triste. Acá en este estado, no es posible que existan zonas que pasen hasta 30 días sin recibir agua por los grifos. Margarita merece tecnología de punta para desalinizar el agua y acabar con este problema que además se presenta en todo el país. Los margariteños desean que este paraíso turístico sea el lugar más buscado en el Caribe».
Ocariz también visitó los municipios Marcano y Mariño, dónde explico que su partido se encuentra desplegado a lo largo y ancho del territorio nacional a fin de acompañar al pueblo y mantener viva la esperanza del progreso «Podemos estar mejor, Venezuela va a cambiar y de eso no tienen que tener la menor duda, es momento de abrirle la puerta al progreso a Venezuela, es necesario que nos levantemos con firmeza y decidamos si queremos la desidia, el abandono o por el contrario un país próspero donde usted pueda comprar ir donde desee, donde tenga un salario digno que le permita ser dueño de su futuro».