El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes que demandará al estado de Georgia por su nueva ley electoral, aprobada con el apoyo de los republicanos, ya que asegura que supone una discriminación intencionada contra los votantes negros, por lo que sería inconstitucional.
La nueva legislación impone nuevos requisitos de identificación de votantes para las papeletas de voto ausente, limita el uso de urnas electorales y faculta a los funcionarios estatales para hacerse cargo de las juntas electorales locales, entre otros, en lo que el Departamento de Justicia considera un ejercicio de supresión de voto.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, anunció este viernes que “esta demanda es el primero de los muchos pasos que estamos dando para garantizar que todos los votantes registrados puedan emitir su voto“, y enfatizó que “el estado promulgó esas restricciones con el propósito de negar o restringir el derecho al voto por motivos de raza o color“.
“Agenda de extrema izquierda“
Tras el anuncio de Garland, el gobernador del estado, el republicano Brian Kemp, criticó en un comunicado que la demanda “nace de las mentiras y la desinformación que el Gobierno de (Joe) Biden ha impulsado contra la Ley de Integridad Electoral de Georgia desde el principio”, recoge Bloomberg.
Además, acusó a la Administración de “utilizar como arma al Departamento de Justicia de Estados Unidos para llevar a cabo su agenda de extrema izquierda que socava la integridad de las elecciones y empodera al gobierno federal a extralimitarse en nuestra democracia”.
Georgia fue uno de los estados más disputados en las pasadas elecciones, en los que acabó imponiéndose Joe Biden, el primer demócrata en hacerlo desde 1992. Para su aprobación, el Partido Republicano justificó que impulsaba esta reforma ya que era una medida necesaria para aumentar la confianza del público en el proceso electoral después de los comicios, en los que se levantaron sospechas infundadas de fraude, mientras que fue ampliamente criticada por los demócratas.
El anuncio del Departamento de Justicia se da unos días después de que los republicanos en el Senado bloquearan el proyecto de reforma electoral que ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes y que contemplaba reformas como la creación de comisiones independientes para evitar interferencias de los partidos o un aumento de los presupuestos para combatir la injerencia extranjera durante las campañas, entre otros.
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