“De éste podemos llevar 10 o 20 mil a todos los barrios y campos para defender el territorio de Venezuela, defender la patria y la soberanía“, afirmaba Nicolás Maduro mientras sostenía un fusil automático calibre 7.62 en enero de 2017. La prueba definitiva que su régimen armó a la delincuencia venezolana, la cual en la actualidad se encuentra sometiendo la capital sin control alguno.
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Durante ejercicios militares llevados a cabo a principios de ese año, el líder del régimen invitó a fortalecer los barrios con armas de guerra.
Por si fuera poco, durante aquella alocución, Maduro aseguró que también llevaría a los barrios otro tipo de armamento “que estamos preparando en secreto, para poder moverse por campos, barrios, por todos lados“.
Los resultados de aquel discurso se observan en julio de 2021.
Bandas criminales armadas por la dictadura convirtieron Caracas en una zona de guerra, en la cual se enfrentan con los cuerpos de seguridad, impotentes por verse superados por los delincuentes.