“Dependemos tanto de la tecnología para ser independientes, que resulta complicado manejarla y, sobre todo, administrarla”, nos dice Ana María Simon sobre “lo peor de la tecnología”
Ana María Simon es comediante, actriz y locutora. Mamá de Micaela. Tiene un pódcast que se llama Permitido equivocarse; y es la autora de Soy de pura madre, un libro que habla sobre su historia con la maternidad. Es venezolana, radicada en Madrid, y una de las voces más reconocidas de nuestro país.
Es un placer tener hoy, en este Cuestionario 2.0, a Ana María Simon.
−¿Qué es lo mejor que te ha dado la tecnología?
−Lo mejor que me ha dado la tecnología es: independencia, autonomía y, en los tiempos que corren, la posibilidad de comunicarme con esa infinidad de personas amadas que están alrededor del mundo, como Los Supersónicos. Recuerdo cuando yo veía esa serie con su FaceTime supersonitisco y yo decía “no vale, eso nunca va a pasar”, “no vale, yo no creo”, como decía Orlando Urdaneta, y mira, los superamos.
−¿Cuál dispositivo es indispensable para tu día a día, y por qué?
−El dispositivo indispensable, del que me cuesta mucho prescindir, obviamente es el celular porque, además, vivo en una ciudad que no es mi ciudad y, aunque la conozco bastante bien, no soy “gato”, como llaman acá a los madrileños de tres generaciones atrás. Entonces, no me conozco Madrid del todo y sin mi celular me puedo perder por horas en las calles, en el metro y en los autobuses madrileños, cosa que me encanta, eh.
Pero sí, ahí está todo. Está mi cámara, mi GPS, mi FaceTime para comunicarme con mi hija mientras estoy en otro lado. Me imagino que esta respuesta se ha repetido, pero sí, es mi celular.
−¿Cuál fue el primer celular que tuviste y cuál es el primer recuerdo que tienes de una computadora?
−Oye, mi primer celular no lo recuerdo. Yo recuerdo un Motorola, aunque sé que no fue el primero, pero lo recuerdo claramente porque yo tenía un carro Lada, imagínense ustedes, un Lada rojo, muy famoso en la radio venezolana, porque ahí casi que vivía; y, en ese Lada, una vez se me cayó el celular en una alcantarilla abriendo la puerta, y como el Motorola quedó abierto, recuerdo que eran de esos de tapita. Lo pude recoger con un gancho de ropa de los que tenía en el carro, porque mi carro era mi camerino. Así que lo recuerdo claramente.
Y el primer recuerdo que tengo de una computadora fue en Maracaibo, de una amiga. Yo estudiaba en el colegio Bellas Artes; un colegio de un nivel, como llaman, y yo era la pobre del colegio. Todos mis amigos tenían muchas cosas tecnológicas muy cool y una de mis amigas, Rosana Velázquez, tenía una computadora, una iMAC del año 85, yo tenía 12 años. Esas MAC de colores, superbellas, es el primer recuerdo de una computadora.
Y luego tuve la mía, por supuesto.
−¿Qué es lo peor que te da la tecnología?
−Pues fíjate que paradójico; lo peor que me ha dado la tecnología es la dependencia, porque dependemos tanto de la tecnología para ser independientes, que resulta complicado manejarla y, sobre todo, administrarla. Creo que es lo más difícil.
−¿Cómo ha impactado la tecnología el trabajo que haces y cómo crees que lo impactará en el futuro?
−La tecnología siembre ha impactado positivamente mi trabajo, y espero que así siga siendo. Yo me asombro mucho de todas las cosas que podemos hacer gracias a la tecnología y me encanta. No soy excesivamente tecnológica, pero trato de mantenerme al día y voy tratando de encontrar tendencias, y tratando de estar al día con todo. Es complicado, porque es demasiada información, pero me ha dejado muchas cosas buenas. Yo creo que va a impactar en el futuro en todo lo positivo que puede ser seguir comunicados. Está en nosotros saber hasta dónde llegamos para también detenernos en algún momento.
−¿Cuál es la peor pena que has pasado en WhatsApp?
−La peor pena que uno puede pasar en WhatApp, y creo que nos ha pasado a todos, es que le mandes un mensaje a la persona equivocada, jajaja. Cuando te das cuenta de eso te quieres morir, sobre todo cuando te das cuenta tarde, porque si lo atajas a tiempo y no está en azul o no ha sido escuchado, en caso de que sea un voice, pues bueno… “perdón mandé un mensaje que no era”. Pero cuando ya ha sido escuchado o leído, yo creo que la solución a eso es el suicidio.
−Si solo pudieras seguir una sola cuenta de Instagram, ¿cuál sería?
−Si me tuviera que quedar con una sola cuenta en Instagram, sin duda, sería la de @roygalan, así, a secas. Es uno de los tipos más ecuánimes, coherentes, inteligentes y sensibles que he conocido. Y como yo quiero que el mundo sea así, pues me quedo con él.
−Si tuvieses que recomendar un pódcast, ¿cuál sería?
−Bueno, sin duda, uno de los mejores pódcast que hay por ahí se llama Permitido equivocarse, con unas tipas cheverísimas: Ana María Simon y Paula Arcila. ¡Todos los miércoles hay estreno!, jajaja, iba a decir “mentira”, pero no es mentira, es verdad.
Vídeo: Episodio 67: El cumple de Micaela en Londres, el maratón de Harry Potter y Sex and the city | Canal en Youtube de Permitido Equivocarse
−Todos tenemos una app favorita, ¿cuál es esa app que abres varias veces al día?
−Bueno, más que mi aplicación favorita, es con la que trabajo; es Instagram. Es la aplicación que abro a diario para trabajar, cada vez menos para consumir porque me he vuelto como muy picky con el contenido que consumo; estaba consumiendo mucha porquería, y depuré. Pero esa es la que más abro porque la disfruto, porque trabajo en ella y porque es mi modus vivendi.
−¿Estás viendo alguna serie o película vía streaming? ¿Cuál?
−Acabo de terminar de ver “The Undoing”, con Nicole Kidman, Hugh Grant y Edgar Ramírez, our Edgar Ramírez. Es una delicia de serie, algunos aman el final, otros lo odian, como cualquier cosa que se exponga, tendrá amantes y detractores, pero yo la amé. Están estupendos, todos.
Vídeo: THE UNDOING Official Trailer (2020) Hugh Grant, Nicole Kidman, HBO Series | Movie Trailers Source
−Cuéntanos de alguna vez que recuerdes que un avance tecnológico te haga sorprendido.
−Tú sabes que a mí la tecnología no deja de sorprenderme, a mí me sorprende que un bombillo se encienda, el aire acondicionado del avión, imagínate que tan “sorprendible” soy. Yo amo la tecnología y no dejo de sorprenderme. A mí el correo electrónico, cuando yo empecé a entender eso… Bueno, yo mandaba cartas por Ipostel, yo llegué a hacerlo y cuando pasamos al correo electrónico, para mí eso fue un gran shock positivo. Sin embargo, yo no dejo de mandar cartas escritas a mano, me parece que eso tiene un encanto particular que nunca, nunca tendrá un correo electrónico.