Carolina Isava
El Gobierno cubano pasó revista hoy domingo a los preparativos que se realizan en el occidente de la isla ante la posibilidad de que ocurran intensas lluvias en las próximas horas por el cercano paso de una tormenta tropical.
El vicepresidente del país, Salvador Valdés, y el primer ministro, Manuel Marrero, conocieron por videoconferencia los informes de las principales autoridades locales sobre las medidas preventivas adoptadas en Pinar del Río, Artemisa, La Habana y la Isla de la Juventud, territorios donde deben caer las precipitaciones más fuertes. Marrero insistió en la aplicación precisa de los planes de contingencia y subrayó la necesidad de preservar la vida, pero también los artículos personales de las familias, los animales y cultivos. Recordó que Cuba se encuentra ubicada en el Caribe, una de las zonas geográficas más vulnerable y afectadas por el cambio climático, por lo que resulta necesario adoptar todas las medidas previas al impacto de los fenómenos meteorológicos.
La Defensa Civil emitió en la tarde del sábado una alerta temprana en la que pidió a la población mantenerse atenta a las informaciones de la institución y del Instituto de Meteorología (INSMET), además de «cumplir disciplinadamente las indicaciones impartidas por las autoridades locales y las normas de conducta previstas para evitar pérdidas de vidas humanas». El ente especializado en situaciones de desastre llamó a las provincias a incrementar la vigilancia hidrometeorológica y a puntualizar los planes de reducción de riesgo de desastre y sus aseguramientos.
En Pinar del Río, en el extremo oeste de la isla, unas 8.000 personas han sido evacuadas de las zonas de riesgo ante las intensas precipitaciones reportadas este domingo, con acumulados superiores a los 100 milímetros. En ese territorio, considerado el mayor productor de tabacos de Cuba, se protegen en almacenes unas 18.000 toneladas de la hoja y otro millar permanece en casas de cura natural con suficientes condiciones de resguardo.
En Artemisa, provincia aledaña a Pinar del Río y vecina de La Habana, se prepara la evacuación de unas 267.000 personas y se trabaja en la recogida de desechos sólidos. De las 14 presas de ese territorio, solo cinco sobrepasan el 70 por ciento de llenado, lo que permitiría mejorar el almacenamiento de agua.
En la Isla de la Juventud, al sur del occidente cubano, el mayor volumen de lluvia, con 112 milímetros, se registró en el poblado costero de Cocodrilo y se espera que las marejadas alcancen en las próximas horas hasta dos metros de altura. En La Habana, donde viven unos dos millones de personas, los trabajos fundamentales se concentran en el alistamiento de varios centros de protección ante la eventual necesidad de evacuaciones.
Esta mañana, tras ganar en organización e intensidad, la depresión número 10 se convirtió en la tormenta tropical Idalia, noveno organismo nombrado de la actual temporada ciclónica, informó el INSMET. Los meteorólogos cubanos han vaticinado como «moderadas» las posibilidades de que se origine e intensifique al menos un huracán en el Caribe durante la actual temporada ciclónica, que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.
El pronóstico indicó que se formarán nueve ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico Norte, que incluye el golfo de México y el mar Caribe, y cinco de ellos podrían alcanzar la categoría de huracán, de los que al menos uno pudiera azotar a Cuba.
Con información de Xinhua