Un trabajo que en años anteriores era consolidado lentamente ha ido decayendo. Dueños de litografías en Lara aseguran que en medio de la crisis, agudizada por el esquema 7+7 producto de la pandemia de la covid-19, han tenido que realizar otros trabajos para intentar mantener sus negocios a flote.
Por Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA
El fuerte de las imprentas en años anteriores era la realización de talonarios y calendarios, pero desde hace al menos dos años les ha tocado reinventarse con la impresión de etiquetas, material publicitario y venta de papel. En el caso de las tarjetas de presentación, uno de los productos más buscados tiene un valor de 130 por $ 10 y 500 por $ 25.
Carlos Escalona, dueño del negocio Impresiones Gráficas Centro Occidental, aseguró que le ha sido muy duro mantenerse. Hace algunos años podía tener un sinfín de pedidos de talonarios y facturas a la semana, pero ahora ha tenido, incluso que guardar algunas de sus máquinas en el depósito, pues si llega uno o dos clientes es mucho.
Esto lo ha llevado a reducir personal. “Antes eran 17 personas las que trabajaban conmigo, esto se convirtió en un negocio familiar porque todos los empleados buscaron otra cosa que hacer, sólo tengo un prensista que viene cuando hay trabajo, nos hemos mantenido porque hay locales que están mandando a hacer sus etiquetas y tarjetas de presentación”, dijo con preocupación al ver cómo la época de bonanza quedó en el pasado.
Algunos se han visto obligados a migrar a la imprenta digital y hasta bajar algunos de sus requerimientos en cuanto al mínimo del tiraje.
“Estamos ofreciendo servicios que no tienen nada que ver con nuestro negocio, ofrecemos la imprenta digital para quienes están emprendiendo un proyecto que se le hacen los stickers”, dijo Jonathan Stifano, quien comenta que las restricciones de horario son otro golpe.
“En semana radical trabajamos sólo haciendo delivery o atendiendo pedidos por teléfono”, dijo Pedro Amaral.