La Corte Suprema británica espera sentenciar “tan pronto” como pueda sobre el litigio entre el gobierno de Nicolás Maduro y la administración del líder opositor Juan Guaidó en cuanto a quién tiene la potestad de 31 toneladas de oro de las reservas venezolanas resguardadas en el Banco de Inglaterra, si bien sus jueces advirtieron que podría tomar “meses”.
Esta semana, los cinco jueces de la Corte Suprema del Reino Unido escucharon los argumentos de los abogados del Banco Central de Venezuela afín a Maduro y los de una junta ad hoc designada por el Parlamento que respalda a Guaidó, a quien 50 gobiernos reconocen como presidente del país suramericano.
El miércoles, tras tres días de audiencia, los magistrados advirtieron que podrían tardar “algún tiempo” en dictar sentencia sobre el oro, valorado en 1.000 millones de dólares y que el gobierno madurista intentó retirar de las bóvedas del banco inglés en 2019, cuando inició el pleito judicial.
“Se nos ha encomendado un exigente trabajo de examen. Nos llevará algún tiempo considerar todos los argumentos y emitir nuestro juicio, pero se lo haremos saber tan pronto como podamos”, manifestó el presidente de la corte, Lord Robert Reed tras el tercer y último día de vistas, según la agencia AFP.
Los jueces habían previsto cuatro días de audiencias para escuchar a las partes en un caso considerado como de denso tecnicismo jurídico, con la mera aplicación de la ley local e internacional, sin expertos ni testigos, pero ya el miércoles se dio por concluida las intervenciones al oír todos los argumentos.
En términos judiciales, el caso sobre el oro venezolano ya ha pasado a fase de sentencia en la más elevada corte británica luego de escuchar a las partes.
Una fuente de la corte británica le confió a la agencia AFP que la instancia suele tomarse “varios meses” luego de la celebración de la vista del caso para fallar.
«Piratería del siglo XXI»
El ministerio británico de Relaciones Exteriores, que el lunes emitió un extenso oficio de 30 páginas donde reafirma que reconoce a Guaidó como presidente, participó en la ronda que inició el lunes pasado. Sir James Eadie, abogado del gobierno británico, insistió en que ese reconocimiento era “a todos los efectos”.
“Maduro, en cambio, no es reconocido a ningún efecto (…) ni respecto a sus actos en Venezuela ni respecto a sus actos en el plano internacional”, dijo.
Los abogados de Guaidó apuntaron, por su parte, que un tribunal inglés no tiene jurisdicción para cuestionar los nombramientos realizados por su persona, a pesar de haber sido invalidados por la justicia venezolana, afín a Maduro.
Los abogados del BCV cercano al presidente venezolano intentaron persuadir a los jueces de que el caso “se refiere esencialmente a asuntos internos de Venezuela”, donde Maduro continúa manteniendo el control territorial y de facto del poder ejecutivo a pesar de los alegatos políticos de sus opositores.
El caso ha vivido sobresaltos en sus decisiones. El año pasado, un juez de asuntos mercantiles impidió a la administración del BCV pro oficialista tener acceso al oro, pero un tribunal de apelaciones anuló esa decisión. Ahora, la sentencia definitiva queda en manos de la Corte Suprema británica, que entrará a valorar quién manejará esas reservas a nombre del gobierno de Venezuela.
Maduro dijo esta semana que el Banco de Inglaterra estaba materializando lo que describió como “la piratería del siglo XXI”. “Nos están robando las reservas de oro de Venezuela, que le pertenecen al Banco Central de Venezuela, no le pertenecen al gobierno, le pertenecen a un instituto autónomo (…) más de 2.000 millones de dólares en oro, las barritas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra”, expresó el miércoles por la noche durante un acto televisado.
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