Los legisladores gritaron «¡Asesino!» y levantaron pancartas que hacían referencia a la recompensa de 15 millones de dólares que ofrece Estados Unidos por su captura para ser juzgado por cargos de narcoterrorismo.
Maduro fue recibido con honores en Brasilia por el presidente Lula da Silva, quien organizó una cumbre de mandatarios sudamericanos.