El Banco Central de Venezuela (BCV) fue mermando la capacidad de garantizar bolívares suficientes a la población. La moneda no solo ha perdido valor, sino que también desaparece en el día a día.
Ariadna García // Crónica Uno
El dólar, que entró luego de la prolongada hiperinflación desde 2017, se volvió más accesible, cómodo y sencillo para hacer las transacciones. Ahora el país se prepara para una tercera reconversión monetaria, que impulsa el uso del bolívar digital, sin embargo, en el país el grueso de las operaciones se hace con dólares u otras monedas más accesibles para la gente.
El Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) calcula que de 2009 a 2020 disminuyó 99 % la cantidad de bolívares (monedas y billetes) en efectivo.
Los bolívares en efectivo en manos del público equivalían en 2009 a $173 per cápita, mientras que en febrero de este año la cifra se ubicaba en apenas $0,32. Los bolívares se volvieron inalcanzables y lo poco que los bancos permitían retirar apenas servía para pagar pasajes, propinas o gasolina.
A pesar de que en los últimos meses mejoró la disponibilidad de efectivo en algunos bancos. La cantidad de billetes que circula en la economía sigue siendo insuficiente y provoca escasez.
El número de dólares en efectivo que circula en la economía es cuatro veces más que la cantidad en bolívares, lo que hace que el dólar sea mucho más accesible y permita las transacciones.
Para la mayoría es más sencillo moverse en dólares que en bolívares, pues ya cinco dólares —lo que cuesta en promedio una carrera de taxi— equivale a 20 millones de bolívares. Una persona necesitaría 40 billetes de Bs. 500.000, una de las últimas nuevas piezas que se sumó al cono actual apenas en mayo de este año.
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