Su protección personal y la de su familia lo montaron en un avión hacia Santiago de Chile en plena crisis política del 2014, y la ilusión de un cambio lo motivó a regresar a su natal Valencia, en el 2019.
“El tema de ser periodista en Venezuela es tan delicado y tan complicado que al final tenemos que huir a veces por nuestras vidas y por la de nuestros familiares“.
“Como venezolanos hemos dejado una huella positiva en la mayoría de los países. Aquí he trabajado en miles de cosas, porque cuando uno se va del país aunque tengas un título debajo del brazo, uno se va a explorar otras cosas y sobre todo a tratar de entender que la vida no es nada más lo que uno cree que es“.