Los centros electorales de Venezuela comenzaron a abrir sus puertas pasadas las 6 de la mañana de este domingo y empezaron a recibir a los votantes que participan en la elección presidencial, una jornada para la que están llamadas a las urnas más de 21 millones de personas.
Según lo establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), varios de los 15.767 centros habilitados para este proceso abrieron a la hora prevista, mientras se espera el primer reporte de las autoridades electorales para conocer el porcentaje de apertura alcanzado, así como las primeras incidencias.
A través de las redes sociales, los venezolanos han reportado largas colas a las afueras de los centros de votación en varias regiones del interior del país, en algunos de los cuales se registraron electores haciendo fila desde la noche del sábado.
La normativa establece que las más de 30.000 mesas de votación estarán abiertas durante 12 horas, de manera ininterrumpida, y seguirán operativas hasta que haya electores en cola.
En un proceso de votación completamente digitalizado, un total de diez candidatos aparecerán en la máquina electoral, entre ellos el actual mandatario Nicolás Maduro, quien busca un tercer sexenio consecutivo en el poder.
Además del líder chavista, también compite en estos comicios el exembajador Edmundo González Urrutia, abanderado de la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que ha decidido acudir unida a unas presidenciales, por primera vez desde 2013, cuando Maduro llegó al poder.
Asimismo, se presentan el pastor evangélico Javier Bertucci, el comediante Benjamín Rausseo, los exalcaldes Daniel Ceballos y Claudio Fermín, el exconcejal Antonio Ecarri, los diputados Luis Eduardo Martínez y José Brito y el exrector electoral Enrique Márquez, el más cercano al antichavismo mayoritario.
Para resguardar la seguridad del proceso, más de 388.000 miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de los distintos cuerpos de seguridad del Estado están desplegados en el país, que mantiene, además, un «cierre» temporal «para el desplazamiento fronterizo de personas, así como el paso de vehículos», en los accesos terrestres con las naciones vecinas, Colombia y Brasil.
EFE