La Universidad Central de Venezuela cumple hoy 300 años de su fundación, acontecimiento de gran trascendencia en los anales de la historia patria. Desde su génesis el 22 de diciembre de 1721, a pesar de alevosos ataques- ha cumplido cabalmente su misión de formar ciudadanos competentes para los procesos de desarrollo. El Colegio de Ingenieros de Venezuela le rinde homenaje.
La Universidad Central de Venezuela, cuyo legado arquitectónico, artístico y ecológico es Patrimonio Mundial de la Humanidad, tiene ganado un merecido prestigio tanto a nivel nacional como internacional, por la excelente formación académica de su personal docente, cuya resultante es garantía cierta de ver profesionales de allí surgidos, que no sólo han destacado con brillantez en estas tierras, sino allende los mares para orgullo de la universidad y del país en general. Un alto porcentaje de los egresados de sus aulas, han dado fehacientes muestras de esta aseveración durante muchos años. Con gran acierto dice el himno ucevista en una de las estrofas con letra del eximio poeta Luis Pastori:
“Esta casa que vence la sombra
con su lumbre de fiel claridad”.
Fue a fines del siglo XVI, el 22 de diciembre de 1721, cuando el Rey Felipe V eleva al Seminario de Santa Rosa de Lima al estatus de Real Universidad de Caracas, y posteriormente como Pontificia, por Bula del Papa Inocencio XIII en 1722, un año después de la decisión real. Por sus aulas pasaron ilustres personajes, Andrés Bello, Francisco de Miranda, Juan Germán Roscio, redactor del Acta de la Independencia en 1811, y corredactor de la Constitución de Venezuela sancionada ese mismo año; Miguel José Sanz, uno de los ideólogos de la Independencia, así como otros destacados próceres.
En 1827 el Libertador Simón Bolívar modificó los estatutos de la antigua Real y Pontificia Universidad de Caracas, y pasa a llamarse Universidad Central de Venezuela. El claustro eligió al doctor José María Vargas como su primer Rector.
Desde su fundación el 28 de octubre de 1861, el Colegio de Ingenieros de Venezuela ha mantenido una relación muy estrecha y de cooperación con la Universidad Central de Venezuela. Es de destacar que uno de los fundadores de nuestro Colegio, el Ing. Alejandro Ibarra, fue Rector de la UCV en 1870, ocupando ese importante cargo hasta 1873, después de haber ejercido allí como catedrático de Física y Filosofía desde 1834.
En 1874 la UCV informó al CIV sobre el proceso de reorganización de esta Casa de Estudios, cuando se procedió a crear la Facultad de Ciencias Exactas que otorgó títulos de agrimensor e ingeniero en su primera promoción en 1877.
En 1911 se funda en la UCV el Centro de Estudiantes de Ingeniería que conjuntamente con estudiantes de otras facultades, realizan acciones de protesta contra la dictadura. El régimen gomencista imperante responde clausurando la Universidad Central de Venezuela por 10 largos años. Entre los años 1931 a 1935 se establecen los estudios de Ingeniería Civil dentro de la Facultad de Matemáticas y Física.
Muy larga y brillante es la trayectoria de nuestra UCV, cargada de méritos y con una posición firme frente a los atropellos y el autoritarismo, y manteniendo con firmeza la defensa del sistema democrático y de las libertades en general.
Ante sus enormes dificultades de hoy, ante quienes irrespetando su historia y autonomía le han tendido un cerco económico, atacándola perversa y despiadadamente con maniobras políticas, la Universidad Central de Venezuela tendrá siempre en el Colegio de Ingenieros de Venezuela un aliado incondicional, porque su lucha es la nuestra y la de todos los venezolanos. ¡Honor y Gloria a nuestra Universidad Central de Venezuela en su tricentenario!
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