Deserción de estudiantes y profesores, inexistencia de elecciones de autoridades y asfixia presupuestaria atentan contra las principales universidades del país
Estudiantes consideran que la única forma de defender la autonomía es regresar a las aulas pese a las condiciones adversas
Desde que en 2001, apenas a dos años de la ascensión al poder del fallecido presidente Hugo Chávez, se produjera la toma violenta de la sede del Consejo Universitario, la Universidad Central de Venezuela ha sido blanco de ataques por parte del gobierno autodenominado revolucionario.
Exigiendo una “constituyente universitaria”, estudiantes afectos al chavismo secuestraron la sede del rectorado, encabezada en ese entonces por Giussepe Gianneto. Después de episodios violentos, los propios estudiantes y profesores lograron la salida de los “tomistas” y recuperaron los espacios, pero el acoso y la persecución continuarían no solo en la UCV, sino también en las sedes de la Universidad del Zulia (LUZ), Universidad de Carabobo (UC), Universidad de Los Andes (ULA) y Universidad de Oriente (UDO).
Continuando el patrón de asedio, la Asamblea Nacional promulgó la Ley Orgánica de Educación en 2009, que en el numeral 3 del artículo 34 alteraba la conformación de la comunidad universitaria, incorporando con igualdad de derechos electorales a empleados y obreros en procura de escoger a nuevas autoridades, lo que violaba el artículo 109 de la Constitución Nacional.
Desde entonces, la renovación de autoridades universitarias en Venezuela está detenida y la pandemia del coronavirus ha acentuado las falencias preexistentes en las casas de estudios.
Rectores como Cecilia García Arocha de la UCV, escogida en elecciones en 2008, han seguido en sus cargos con los períodos vencidos. Otros, como Enrique Planchart de la Universidad Simón Bolívar –fallecido a finales de julio de 2021- fueron reemplazados en acciones irregulares. En este último caso, Jorge Stephany asumió la rectoría de la USB a través de una designación hecha por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), ente dirigido por el entonces ministro de Educación Superior, César Trompiz y con el voto salvado de los representantes de la UCV, ULA, LUZ, UDO y Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado.
Paseos nocturnos en la UCV
A inicios de octubre de este año, la vicepresidenta Delcy Rodríguez irrumpió de noche en el Aula Magna de la UCV para una supuesta inspección de las instalaciones, hecho que fue criticado por la rectora García Arocha y calificado como violación a la autonomía universitaria.
Me he comunicado con la Directora de Cultura de nuestra #UCV ante la información de que afectos del régimen de Nicolás Maduro habrían violentado una de las puertas de nuestra Aula Magna para ingresar en ella #DestruyenLaUCV pic.twitter.com/nOHfU4khqZ
— José Romero (@RomeJoseJ) October 5, 2021
El pasado 22 de octubre, Rodríguez volvió de noche a la UCV, pero esta vez acompañada de Nicolás Maduro. “Tenían abandonado esto, parecía la universidad chatarra, el retén de Catia. Tenemos a más de mil trabajadores recuperando el patrimonio y todos los espacios de la comunidad universitaria”, dijo Maduro, quien aseguró que la inversión en la casa de estudios será de 40 millones de dólares y aprovechó para nombrar a Jacqueline Faría como protectora de la UCV.
Junto a la Comisión Presidencial, visitamos la Universidad Central de Venezuela en el marco de los trabajos para su recuperación. https://t.co/XJ4t6BLrZo
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) October 22, 2021
En la noche, así es la única manera que Maduro puede visitar la UCV, en la noche y sin nadie.
Maduro no conoce las universidades, nunca estudio en una. Es y seguirá siendo la sombra de la académica venezolana. pic.twitter.com/nNmA3oP7uR
— Jesús Mendoza Morales (@jesusmm1902) October 22, 2021
”No se pueden nombrar autoridades a dedo en las universidades autónomas porque es una violacion a la Constitución”, sostuvo entonces García Arocha.
Previamente Maduro había nombrado a la exrectora principal del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, como ministra de Educación Universitaria. La designación de Lucena fue repudiada por estudiantes de la UCV, quienes se concentraron en una protesta a las puertas del ente ministerial en el centro de Caracas el pasado lunes 25 de octubre.
A continuación presentamos unas claves para desnudar el conflicto entre el gobierno y autoridades de las principales casas universitarias del país, especialmente con la UCV.
Los mismos de siempre: 13 años han pasado desde que no se realizan elecciones para escoger a autoridades en la Universidad Central de Venezuela debido a un designio de la Asamblea Nacional en 2009, avalado por el Tribunal Supremo de Justicia por medio de la sentencia 324 del 27 de agosto de 2019, en el que se ordenó hacer comicios en un lapso de seis meses, proceso que a la postre no se llevó a cabo. El procedimiento conocido como 1 x 1 o voto paritario está en la Ley Orgánica de Educación y persigue “elegir autoridades con base en la democracia participativa (…) y en igualdad de condiciones de profesores, estudiantes, personal administrativo, obreros y egresados”, pero el artículo 109 de la Constitución define como claustro universitario al formado por profesores titulares y jubilados, estudiantes y egresados, no incluye a empleados administrativos ni obreros. El limbo electoral impide renovar a quienes conducen la principal casa de estudios superior del país. “Esto obviamente representa un desgaste de las autoridades y de los procesos que deben darse normalmente en un país con democracia”, dijo Jesús Mendoza Morales, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Odontología (CEO-UCV) y consejero universitario.
Contrarios a la gestión frente a la UCV de García Arocha han manifestado que en los dos últimos años, la institución ha sufrido un deterioro notable, alcanzando su punto álgido en el colapso de un techo de uno de sus pasillos a finales de junio de 2020. “Aquellos que pretenden imponer esa política de indignidad material en la que se encontraba la universidad, como un chiquero, no se lo vamos a permitir y vamos a seguir trabajando por los ucevistas, por sus trabajadores, profesores y estudiantes”, dijo la vicepresidenta, Delcy Rodriguez.
Asfixia presupuestaria: De acuerdo a cifras emanadas de la rectoría de la UCV, para 2022 solo fue aprobado el 1,30% del presupuesto solicitado por las autoridades. De acuerdo a Garcia Arocha, lo requerido para el venidero año equivale a 372 mil 846 millones 976 mil 902 bolívares digitales y el Ejecutivo solo aprobó 111 millones 384 mil 717 bolívares digitales. “Maduro dice que la UCV se parece al retén de Catia y es culpa de ellos por falta de presupuesto, tenemos 15 años con un presupuesto en rojo, al punto de llegar al año 2021 donde todavía no nos han dado un solo bolívar, ni un dólar para el mantenimiento, esto no es más que un plan para debilitarnos y quebrarnos. En 2020 aprobaron el 0,99% de lo que pidió la universidad y en 2021 el 2,27%”, sostuvo Mendoza Morales.
Descapitalización del talento: Según el dirigente estudiantil Mendoza Morales, en la Universidad Central de Venezuela existe una deserción de profesores que ronda entre 30 y 40% con un sueldo promedio mensual de 10 dólares. De acuerdo al más reciente baremo de salarios de la UCV, el tope base de un docente titular para abril de este año era de 14 millones 790 mil 110 bolívares soberanos, el del personal administrativo alcanzaba un techo básico de 18 millones 574 mil 722 soberanos y el de obreros 11 millones 105 mil 263 Bs/S. El profesor de la escuela de Trabajo Social José Ibarra, cuyo tuit sobre unos zapatos rotos con los que iba a dar clases se hizo viral en 2018, sostuvo que ante la falta de recursos, los docentes se han visto en la obligación de buscar alternativas de supervivencia fuera de la estructura diseñada por el arquitecto, Carlos Raúl Villanueva.
“A nosotros nos mantienen tres cosas, el sentido de pertenencia, el amor por los estudiantes que son la generación de relevo y el poder trabajar en otras instituciones privadas para poder seguir viniendo a las aulas”. De acuerdo al secretario académico de la Asociación de Profesores de la UCV, José Gregorio Alfonso, 77% de los docentes busca financiamiento externo para trabajos de investigación y más de la mitad ha presentado propuestas en congresos y seminarios nacionales e internacionales. “La mística es importante para superar las dificultades”.
No me da pena decirlo: con estos zapatos me traslado a la #UCV a dar clase. Mi sueldo como profesor universitario no me alcanza para pagar el cambio de suela pues sale en 20 millones pic.twitter.com/jZP5rDxYVV
— José Ibarra💎 (@Ibarraorellanes) June 29, 2018
Abuso de poder: Mendoza Morales indicó que Maduro y sus acólitos irrespetan la autonomía universitaria al ingresar al recinto sin permiso, en horas de la noche y además nombrar a Jacqueline Faría como protectora de la UCV.
“Estamos viendo un incremento de las violaciones a la autonomía universitaria y esto responde a que ellos saben que la universidad ha sido un bastión de lucha contra el régimen. El chavismo nunca ha podido colarse en las universidades, siempre ha sido minoría y por eso su empeño en imponer las cosas a la fuerza, donde impera la razón es muy difícil que se instale la barbarie”.
#AHORA | Pdte. @NicolasMaduro, junto a la Comisión Presidencial, visita la Universidad Central de Venezuela en el marco de los trabajos para su recuperación. https://t.co/edr2IPQPTG
— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) October 22, 2021
Aprovechamiento de la coyuntura: De acuerdo al dirigente estudiantil Mendoza Morales, el régimen de Maduro está aprovechando un momento de vulnerabilidad universitaria tras 20 meses de paralización por la pandemia y la falta de presupuesto. “Tenemos una universidad desarticulada porque no hay presencialidad”.
Desinterés estudiantil: Según Mendoza Morales la deserción estudiantil actual en la UCV está cercana al 60%. De acuerdo a datos emanados de la Encuesta Nacional sobre Juventud 2021 elaborada por la Universidad Católica Andres Bello, 37% de los jóvenes venezolanos no estudian ni trabajan.
En 2013, 40% de los hombres y 43% de las mujeres entre 18 y 24 años estaban inscritos en un centro educativo, hoy en día esas cifras descendieron a 15% y 20%, respectivamente. La diáspora ha contribuido con el abandono de las aulas de clase: 51% de los más de 5 millones de personas que emigraron en el último lustro tienen edades comprendidas entre 15 y 29 años.
También, hay que sumar la apatía por la lucha de los espacios democráticos, 50% de los encuestados en la ENJUVE 2021 dijo que la democracia es el sistema de vida preferible, cifra inferior al 68% de 2013.
Enjuve 2021: En Venezuela hay cada día más bachilleres y menos estudiantes universitarios
La solución es volver a las aulas: A juicio del consejero Mendoza Morales hay que rescatar la presencia en los pasillos de la UCV porque es la forma más apropiada de defender la autonomía universitaria.
“Sabemos que existe un contexto de pandemia y condiciones adversas para enfrentarla, pero es necesario retornar a la presencialidad, hay carreras como odontología, medicina, ingeniería, arquitectura y bioanálisis que necesitan volver a clases luego de 20 meses. Yo creo que con voluntad se puede, porque no solo estamos dando un paso en materia académica, sino en defensa de la autonomía, con la universidad paralizada como está en estos momentos, se nos hará muy difícil defenderla. La Universidad tiene que reinventarse por medio de convenios con empresas privadas y organismos internacionales, conseguir becas universitarias. Hemos visto el interés de muchos egresados, muchos de ellos fuera del país, por ayudar a la UCV. Todos esas alternativas las tenemos que explotar”.