Camilla Fabri, esposa del empresario colombiano Alex Saab -actualmente preso en EEUU- aseveró la noche del jueves 16 de diciembre que no está secuestrada en Venezuela por la administración de Nicolás Maduro y manifestó que es libre de salir de nuestro país «cuando quiera». Resaltó que la última vez que viajó fue a Rusia y regresó poco antes de la extradición de su esposo desde Cabo Verde.
Por talcualdigital.com
En entrevista concedida a CNN desde la sede de Pdvsa en La Campiña, Fabri indicó que por los momentos no tiene razones para salir de Venezuela pero reiteró que tiene la libertad para hacerlo si así ella lo decide. Dijo desconocer si puede o no viajar a EEUU con su pasaporte italiano y aunque la entrada de los europeos a Estados Unidos no requiere de visado o condiciones especiales, no sabe cómo podría ser su entrada.
Afirmó ser «víctima de una persecución política» y recordó que en dos ocasiones intentó viajar a Cabo Verde para reunirse con Alex Saab. En la primera, según relató, tenía una visa diplomática pero recibió amenazas de que iba a ser detenida y separada de sus hijas, por lo que decidió no viajar a la nación africana. La segunda, ratificó, fue cuando se dirigió a Cuba y desde allí le habrían negado el visado.
Fabri aseveró que tras casarse con Alex Saab, establecieron su residencia en Caracas y expresó que la última vez que visitó Italia fue en septiembre de 2019, cuando ya estaba embarazada de 24 semanas de su segunda hija con el empresario. Manifestó que tuvo complicaciones y pasó la gestación entre hospitales y su casa, refiriendo que Charlotte nació en Moscú.
En ese sentido, comentó que habían estado viviendo entre Caracas y Rusia. Por ende, afirmó que estar en Venezuela hace que se sienta más cerca de Saab y que pueda hacer más por su liberación. «Me siento en casa», destacó.
Respecto a quiénes se han hecho de los negocios de Alex Saab, Camilla Fabri explicó que el barranquillero tiene un «equipo organizado» que se encarga de cada uno de las empresas que tiene y que continúan manteniendo la actividad. Aclaró que llevan «una vida tranquila» y que tienen los gastos familiares «de cualquier familia normal».
Si bien agradeció el respaldo de la administración de Nicolás Maduro «desde el primer día» a la causa en favor de Saab con pronunciamientos en Cabo Verde, la ONU, la Comisión Africana y pidiendo apoyo a otros países, dio a entender que los gastos de la defensa son de carácter privado.
Insistió en que su esposo fue acreditado como diplomático del Estado venezolano desde el 9 de abril de 2018 y comentó que desde ese mismo día sabía de esa designación como enviado especial, que según su opinión le confieren de «inmunidad e inviolabilidad».
Comentó que el día que fue detenido en Cabo Verde -el 12 de junio de 2020- viajaba con valija y pasaporte diplomático con una carta dirigida al líder supremo de Irán. Denunció que la nación africana «violó leyes internacionales» cuando abrió la valija, sacó la carta y publicaron la misma en los medios.
«Alex (Saab) empezó a ejercer esta función después que el gobierno de Venezuela empezó a enfrentar sanciones de EEUU y entonces lo nombran para ayudar a los venezolanos para traer comidas y medicinas», contó Fabri.
Advirtió que la comunicación con su esposo ha sido difícil en año y medio y que en la mayoría de las veces ha sido por cartas. Cuando él estaba preso en Cabo Verde, Fabri comenta que enviaba dos cartas diarias a su esposo vía sus abogados, pero no siempre recibía respuesta con la misma frecuencia. Al parecer la situación ha cambiado desde que está en EEUU porque, a pesar de no haber sabido nada de él durante 15 días por estar en aislamiento debido a la covid-19, dispone de unos minutos al mes para hablar.
Insistió en que todavía no ha recibido la atención médica que necesita ni los fármacos debido a las dolencias que ha informado tener, pero destacó que Saab se mantiene «firme y enfocado» en su liberación.
Camilla Fabri dijo que fue usada como un «chivo expiatorio» para «llegar a Alex», esto en referencia a un apartamento en Italia que fue comprado a través de una empresa británica en la que Saab, ella y un cuñado salen firmando. Por ello, afirmó que crearon «un personaje para desacreditarme» al decir cosas «que no son verdaderas».
Acerca de los procesos judiciales que cursan en paralelo en EEUU, remitió que se logró paralizar de momento la causa penal hasta que se determine su estatus diplomático, refiriendo que la Fiscalía de EEUU dijo a la defensa que no se desconoce eso, por lo que según su opinión «lo hace más ridículo».