Desesperados están los habitantes de las poblaciones de San José de Bolívar y Queniquea, zona de alta montaña del Táchira, quienes denunciaron el olvido absoluto por parte de la Mesa de Combustible, pues reciben a duras penas un cisterna de gasolina cada dos semanas.
La situación está haciendo que todos los sectores productivos de la región se vean profundamente afectados; por la lejanía, los conductores no quieren arriesgarse a viajar para llevar turistas y visitantes, quebrando de manera directa el sector de posadas y hotelería.
También la producción de caña de azúcar y otros rubros recibe un impacto negativo, incluyendo el comercio formal.
La población duda que haya recuperación en materia de turismo y producción agrícola si el abastecimiento de combustible es esporádico, lo que hace es asfixiar toda propuesta de desarrollo que plantee el actual gobierno de Freddy Bernal. «Una comunidad que tiene al hombre más Longevo del mundo no debería ser tratada de esta forma por las autoridades de PDVSA y la Mesa de Combustible.
Dar gasolina a cuenta gotas cada dos semanas a la población de Queniquea y San José de Bolívar lo que provoca es que la gente emigre poco a poco, los pueblos se están quedando solos y las promesas de reactivación económica son saboteadas permanentemente por estás restricciones». Dijo una habitante de la zona.