La preocupación no estaba en los planes de los representantes del sector comercial a comienzos de 2022. Todo parecía que los números serían positivos para sus contabilidades, pero no fue así. La brecha de 30% que existe entre la tasa oficial del dólar y la paralela, además de la posible regulación de precios de algunos productos, se han convertido en un gran problema.
Así lo alertó el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Lorenzo Araujo, quien recordó que los establecimientos están obligados a facturar todo lo que venden al precio de la divisa establecido por el Banco Central de Venezuela (BCV), y si los proveedores usan la tasa “libre”, los comerciantes son los grandes desfavorecidos.
“La diferencia es de 30% entre una cifra y la otra, y eso puede ser más que la ganancia que resulta por la venta de un producto”, esto deja sin rentabilidad a la actividad comercial.
A esto se suma que los ciudadanos no quieren dar sus divisas al cambio oficial “y eso hace que se frene la economía porque no se pone el dinero en la calle a circular”.
El segundo aspecto de gran incertidumbre con el que cierran el 2022 los comerciantes es el anuncio de un posible control de precios.
“Vemos con preocupación cómo estamos volviendo con algunas políticas que tienen que ver con control y restricciones de precios… Ya debimos haber aprendido que cuando existen controles de precios eso genera mayor escasez de productos y se reduce la oferta en el mercado”.
Araujo insistió en que hay que tener mucho cuidado porque se están planteando precios que están por debajo de los costos en los que se han adquirido esos productos. “ya hemos recibido muchas fiscalizaciones por un mix de entres del estado… Todos estos controles lo que hace es que se dificulte aún más adquirir los productos”.
Todo esto podría incidir en un posible proceso de escasez “que comenzaría cuando se culmine el inventario de lo que está en anaqueles actualmente… eso significaría que tendríamos escasez a principio de año”.
Desde la Cámara de Comercio de Valencia, con el balance de lo que significó el 2022 para el sector, piden al Ejecutivo que reactive el crédito bancario para que los establecimientos puedan tener mayores inventaros a poner a disposición del público y, sobre todo, para que las personas puedan tener la posibilidad de financiar sus compras en productos de gran envergadura.
También propone que, para controlar la inflación “que de alguna manera se ha estado escapando de las manos” se eliminen algunos impuestos municipales que están encareciendo mucho los productos. “nosotros no estamos en contra de pagar impuestos, porque siempre han estado dentro de la estructura de costos, pero hay algunos que no tienen que ver para nada con nuestra actividad económica”.
Lo otro que se sugiere es que sea eliminado el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras y las comisiones interbancarias, y que se permitan las transferencias en divisas entre diferentes bancos. “Eso hace que se ancle mucho más el desarrollo económico de las divisas y podemos estabilizar la inflación”.
Respecto a proyecto de Ley de Armonización Tributaria que fue aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional, Araujo dijo que se espera que cree un estándar de homogenización entre las diferentes alcaldías porque cada una tiene un criterio distinto para fijar los impuestos municipales, lo que hace mucho más difícil la actividad comercial.