Con más de un millón de migrantes venezolanos radicados en Bogotá, las autoridades enfrentan el reto de regularizarlos para que puedan integrarse al mercado laboral formal y contribuir al crecimiento económico de la ciudad.
El último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revela que los migrantes y refugiados venezolanos en Colombia han generado un impacto económico significativo, estimado en 529,1 millones de dólares. Este dato subraya la importante contribución que la diáspora venezolana aporta a las economías de América Latina y el Caribe.
“La migración actúa como un motor del desarrollo, y estos estudios ofrecen pruebas empíricas que respaldan esta afirmación, demostrando cómo la movilidad humana puede fortalecer el crecimiento económico y social en los países receptores”, afirmó Diego Beltrán, enviado especial de la OIM para la respuesta regional ante los flujos migratorios venezolanos.
Uno de los puntos clave del informe es la alta tasa de empleo entre los migrantes venezolanos, con un 90 % de la población laboralmente activa ocupada, a pesar de que solo un 18 % ejerce en su campo profesional. Además, se destaca que un 20 % de los migrantes cuenta con educación formal, aunque muchos se ven obligados a trabajar en el sector informal, lo que limita su potencial de ingresos.
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