El presidente estadounidense, Joe Biden, descartó este miércoles que EE.UU. vaya a enviar tropas a Ucrania si Rusia la invade, aunque ha advertido a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que habrá consecuencias económicas “nunca vistas”.
“No está sobre la mesa”, dijo Biden al ser preguntado por los periodistas en la Casa Blanca sobre un posible envío de tropas estadounidenses al territorio de Ucrania.
“La idea de que Estados Unidos vaya a hacer uso de la fuerza de forma unilateral para confrontar a Rusia si invade Ucrania no está encima de la mesa ahora mismo”, añadió el presidente.
Biden recordó que Estados Unidos tiene una “obligación sagrada” de ayudar militarmente a sus aliados de la OTAN si fueran atacados, pero que ese compromiso “no se extiende” a Ucrania, que no es miembro de la Alianza Atlántica.
Lo que sí haría Biden en caso de un ataque ruso a Ucrania sería “proporcionar (más) capacidad defensiva a los ucranianos”, además de “reforzar” probablemente la presencia estadounidense en los países del flanco este de a OTAN, recalcó.
Las de este miércoles fueron las primeras declaraciones de Biden sobre su cumbre virtual del martes con Putin, que duró dos horas y estuvo centrada en los temores de Occidente de que los movimientos de tropas rusas en la frontera con Ucrania sean el preludio de una invasión de ese país.
“Fui muy directo (con Putin). Dejé muy claro que (…) si invade Ucrania habrá consecuencias graves, consecuencias económicas nunca vistas por él, o nunca vistas jamás. Su respuesta inmediata fue que lo entendía”, explicó Biden.
“Estoy absolutamente seguro de que (Putin) captó el mensaje”, agregó.
Estados Unidos y Ucrania creen que Rusia prepara una incursión en territorio ucraniano que podría producirse a principios de 2022, y que por eso ha desplegado entre 70.000 y 94.000 soldados rusos en su frontera con el país vecino, según estimaciones de la inteligencia estadounidense citadas por medios locales.
Esa capacidad militar rusa posicionada en la frontera con Ucrania es, según el Departamento de Estado, “mucho mayor y a una escala mucho más letal” que la que precedió en 2014 a la invasión de Crimea, y por eso EE.UU. ha advertido que su respuesta a un posible ataque será más agresiva que la de hace siete años.
La Casa Blanca ha mencionado incluso la posibilidad de que Alemania suspenda la operación del gasoducto ruso Nord Stream 2, que aún no ha comenzado a operar y que tiene como objetivo transportar gas de Rusia a territorio alemán.
EFE.