La dictadura de Nicolás Maduro ya no disimula. Por más de que en un principio intentó mostrar una cara democrática invitando a una delegación de la Unión Europea (UE) a observar las elecciones regionales del 21 de noviembre, el régimen demostró, una vez más, que no tolera un revés electoral. Si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) reportó la victoria de la oposición en un puñado de estados, el caso de Barinas volvió a dejar al descubierto el espíritu fraudulento y antidemocrático del chavismo.
Por Lucas Goyret / infobae.com
Según datos del propio CNE chavista, el candidato opositor Freddy Superlano (Voluntad Popular) ganó la gobernación con el 37,60% de los votos, frente al 37,21% que cosechó Argenis Chávez, hermano del ex presidente Hugo Chávez y ex gobernador estatal. Pero la dictadura no se podía permitir entregar el poder en la “cuna de la revolución”. En primera instancia, en una maniobra absolutamente insólita y arbitraria, anuló los comicios. Luego, inhabilitó a Superlano a ejercer cargos públicos y convocó a una nueva elección para el próximo 9 de enero de 2022.
Consciente de la falta de apoyo popular, el régimen necesitaba dejar el camino allanado a su nuevo candidato, el ex canciller Jorge Arreaza, quien fue designado tras la renuncia del ex gobernador Argenis Chávez. Por eso, entre el domingo y el lunes se deshizo de cada uno de los aspirantes inscriptos por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Tras la arbitraria inhabilitación de Superlano, el sábado la oposición anunció que la candidata sería Aurora Silva, esposa del dirigente de Voluntad Popular. Sin embargo, el domingo, cuando la MUD intentó inscribir su postulación, el sistema del Consejo Nacional Electoral la rechazó por estar presuntamente inhabilitada. ¿El motivo? Se desconoce.
Ante esta situación, la oposición acudió a la otra alternativa de peso que tenía para competir por la gobernación: el diputado Julio César Reyes, ex vicepresidente de la Asamblea Nacional (2018) y jefe de la campaña de Superlano. Pero también se encontraba inhabilitado sin motivo alguno.
“No hay ningún argumento jurídico para justificar estas inhabilitaciones”, denunció en diálogo con Infobae Luis Pedro Castillo, quien recientemente juramentó como diputado al Consejo Legislativo y fue una de las opciones de la oposición para competir por la gobernación de Barinas.
En el caso de Freddy Superlano, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidió dejar sin efecto los comicios después de recibir una acción de amparo constitucional interpuesta por Adolfo Ramón Superlano, sancionado por Estados Unidos por la toma ilegal de la sede de la Asamblea Nacional el 5 de enero de 2020, cuando el Parlamento se disponía a elegir nuevas autoridades, y acusado de pertenecer a un grupo de opositores a la medida del régimen, conocidos como los “alacranes”. Sin embargo, la dictadura no dio ninguna explicación respecto a las inhabilitaciones de Silva y Reyes.
La estrategia es clara: inhabilitar a los candidatos de mayor peso de la MUD y, en su lugar, ubicar a un aspirante hecho a su medida. Es decir, permitir la postulación de un funcionario de la oposición cómplice del chavismo.
El elegido fue Claudio Fermín, inscripto por el partido Acción Democrática (AD) bajo dirección del ex diputado Bernabé Gutiérrez. Éste último fue sancionado por Estados Unidos en septiembre del año pasado, al ser considerado por Washington como una figura clave para “poner el control de partidos de oposición en manos de políticos afiliados al régimen de Nicolás Maduro, socavando cualquier desafío creíble de la oposición a dicho régimen”.
El de Fermín es otro caso de fraude explícito. Más allá de su designación a dedo por su cercanía a la dictadura, no es elector en Barinas. “La Constitución establece que tienen que ser tres años de residencia en la jurisdicción. Nosotros por ese motivo tuvimos que quitar varios candidatos; por ejemplo candidatos a concejales por no ser de ese circuito”, comentó Castillo.
Lo curioso de este caso fue que Fermín se postuló como candidato y, en un primer momento, el sistema del CNE le impidió la inscripción por no votar allí. Pero en cuestión de horas, el problema estaba resuelto: la autoridad electoral -alineada al chavismo- habilitó su candidatura.
El diputado opositor venezolano consideró que “es aún más aberrante” la postulación de Jorge Arreaza, quien fue anunciado el domingo por Maduro y la cúpula del Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV): “Vive en Caracas, viene de ser canciller, ministro… No vivía aquí en Barinas. Pero su postulación no tuvo ninguna objeción del CNE”.
Castillo sostuvo que la elección de Arreaza responde a una maniobra de Maduro en el marco de su guerra interna con Diosdado Cabello. Según explicó, mientras el vicepresidente del PSUV intenta mantener al eje chavista en el poder, el dictador busca mayor influencia en el estado llanero: “Arreaza es una figura del madurismo duro, siempre consecuente. El argumento es que es ex esposo de una de las hijas de Chávez, lo que lo hace una figura potable para el chavismo. Pero todo el mundo entiende que es una forma de ingresar al madurismo en el estado”.
Según adelantaron las autoridades electorales, para el próximo 9 de enero se utilizará el mismo registro electoral del 21 de noviembre. De esta manera, Arreaza, ex canciller de la dictadura (2017-2021) y ministro de Industrias y Producción Nacional (2021), no podría votar en Barinas. A menos, claro, que el CNE, en una nueva decisión arbitraria e inconstitucional, lo cambie de centro de votación.
“La dictadura juega a que nos desmotivemos. Pero la sensación de la población es de mucha indignación, y quieren derrotarlos por paliza. En la última elección la abstención fue muy alta, pero la gente vio que se les podía ganar”, apuntó Castillo, quien reconoció que, pese a los constantes atropellos y obstáculos del régimen, en la MUD nunca se plantearon la posibilidad de no participar de los comicios.
Advirtió, sin embargo, que competir contra la dictadura puede tener graves consecuencias como “la cárcel” o algún tipo de “atentado contra la vida”: “Es el mismo libreto de Nicaragua”. “No se sabe qué pueda pasar con esta gente; son los riesgos que toca asumir como dirigente que quiere un cambio’’, afirmó.
A pocas horas de que se venza el plazo establecido por el CNE para la postulación de candidatos, Freddy Superlano anunció este lunes por la tarde que el aspirante por la MUD será el dirigente opositor Sergio Garrido, recientemente electo diputado al Consejo Legislativo estadal: “Vamos a ver si son capaces de decir que está inhabilitado”.
Desde el 22 de noviembre, un día después de las elecciones, Barinas está absolutamente militarizada por las fuerzas de seguridad del régimen. El objetivo: evitar manifestaciones y protestas populares. Superlano indicó que ante la creciente presencia militar, “Barinas parece la capital del país en estos momentos”.
Es evidente que la dictadura de Maduro no se puede dar el lujo de entregar el poder en la cuna de Chávez. Barinas tiene un componente simbólico determinante para el chavismo, que gobierna allí ininterrumpidamente desde hace 23 años: primero fue su padre Hugo de los Reyes Chávez, y luego los hermanos del ex presidente, Adán y Argenis. Por lo que una derrota pondría fin a la dinastía que construyeron en las últimas dos décadas.
El estado también se convirtió en uno de los principales centros de operaciones del crimen organizado, con creciente presencia de grupos guerrilleros locales y colombianos. Asimismo, desde su llegada al poder, la familia del comandante fue señalada por varios casos de corrupción.
“Han hecho lo que les dio la gana. Barinas es un estado como una Venezuela pequeña: tenemos petróleo, producción ganadera, agropecuaria… En cuanto a recursos naturales es un estado muy rico, pero eso no se traduce en la calidad de vida de la gente. Aquí se ve cualquier tipo de negocio extraño, donde uno presume que se lava dinero; son negocios que no tienen justificación. Los estacionamientos siempre están vacíos, pero los negocios tienen de todo”, reveló Castillo. Y agregó: “Es una muestra del lavado y la corrupción imperante que hay acá”.
Pase lo que pase con las candidaturas, el fraude de Maduro ya está a la vista de todo el mundo. El régimen con cada uno de sus atropellos está adelantando que el próximo 9 de enero, sin importar la cantidad de votos que obtengan los candidatos, el estado Barinas seguirá en manos del chavismo. “Se ha creado tanto ruido que el madurismo asume que perder Barinas sería una suerte de plebiscito, temen que la gente se anime a salir en su contra”, concluyó Castillo.