El estadounidense Greg Kelly, exdirectivo de Nissan Motor, volvió a declararse hoy inocente de los delitos que se le imputan en Japón por su presunto papel en las irregularidades financieras cometidas por el expresidente Carlos Ghosn.
Kelly, de 65 años, se pronunció de este modo en su última comparecencia ante el tribunal del distrito de Tokio, donde se le juzga por haber supuestamente ayudado a Ghosn a ocultar parte de sus remuneraciones, según recoge la agencia local Kyodo.
El jurista estadounidense fue detenido en Tokio el 19 de noviembre de 2018, el mismo día que también fue arrestado Carlos Ghosn al llegar a la capital japonesa para una reunión en la dirección de Nissan Motor.
La defensa de Kelly, para quien la fiscalía reclama dos años de prisión, mantiene que el acusado únicamente tomó medidas dentro de la legalidad para retener a Ghosn en su cargo en Nissan debido a la gran estima que le tenía la empresa como líder.
Ghosn, prófugo de la justicia de Japón, está acusado por su parte de ocultar a las autoridades una serie de compensaciones pactadas con Nissan Motor entre 2011 y 2018 para ser abonadas después de su retiro por valor de 9.100 millones de yenes (73 millones de euros).
Kelly estuvo detenido durante 37 días y quedó en libertad bajo fianza el 25 de diciembre de 2018, con imposibilidad de salir del país y a la espera del juicio.
Después de la fuga de Ghosn a Beirut a finales de diciembre de 2019, se separaron las causas contra él y Kelly al no poder ser juzgado en ausencia el expresidente de Nissan Motor. También está acusada de los mismos hechos Nissan como corporación.
La causa contra Kelly quedó así vista para sentencia, una decisión que se conocerá en los próximos meses.
El estadounidense se incorporó a la filial de Nissan en Estados Unidos en 1988. Era uno de los principales asistentes de Ghosn y formaba parte del consejo de administración de la firma hasta su cese a raíz de su detención.
También quedó hoy visto para sentencia el proceso paralelo abierto contra Nissan, que a su vez se declaró culpable por no haber supervisado debidamente la legalidad de las declaraciones fiscales de Ghosn.
La representación legal de la empresa, no obstante, señaló que la responsabilidad del fabricante automovilístico es “relativamente baja” y que las irregularidades tuvieron lugar “únicamente por interés propio de Ghosn”.
La fiscalía pide una multa de 200 millones de yenes (1,5 millones de euros) para Nissan Motor.
EFE