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Para tener “la visa”, primero hay que solicitar otra visa. Antes que para zambullirse en sus cristalinas playas o disfrutar de su rica oferta cultural, los venezolanos están viajando a Curazao con un objetivo claro: hacer el trámite de la visa americana en el Consulado General de Estados Unidos, así lo reseñó CRÓNICAS DEL CARIBE.
Sin embargo, los compatriotas pasan por alto un detalle no menor: para ingresar a la isla, deben solicitar primero la visa caribeña. Esta situación representa un desafío para la embajada del Reino de los Países Bajos en Caracas, que informa a Crónicas del Caribe que está tomando medidas para hacer más expedito el proceso.
Curazao y Venezuela abrieron sus fronteras el pasado 3 de abril. Tras la reapertura, la legación neerlandesa había establecido atender un máximo de diez solicitudes de visas caribeñas al día. La cifra se ajustaba a la demanda del momento.
No obstante, a finales de mayo, Curazao se puso de moda. O, mejor dicho, el Consulado General de Estados Unidos en Willemstad. Así la demanda de la visa caribeña aumentó en 280%. En junio, de cada 10 venezolanos que querían visitar la isla, ocho lo hacían para tramitar la visa americana, según estimaciones de la embajada de los Países Bajos.
La misión neerlandesa ha actuado para responder al aluvión de peticiones. Ahora ofrece 24 citas diarias y procesa un total de 120 visas caribeñas semanalmente. También abrió la solicitud de citas hasta diciembre de este año y ya se agotaron todas hasta octubre. La entrega de la visa caribeña toma unos 15 días hábiles, contados desde el momento en que la persona acude a la cita y consigna los documentos requeridos.
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